sábado, 1 de marzo de 2014

DE APODOS Y NOMBRETES





Josefa Falcón Abreu

Hablemos hoy de esos famosos dichos y apodos que en los pueblos pequeños como mi pueblo, La Guancha, abundan tanto y algunos además son muy curiosos. Son estos pequeños pueblos donde todos nos conocemos y donde por lo general somos conocidos por el nombre propio pero además añadido el nombre de su “ propietaria” que suele ser la madre, por ejemplo: José el de María, curiosamente al padre casi nunca se le utiliza para este tipo de cosas, no deja de ser curioso. Luego están los apodos y para ello pongo de ejemplo a mi propia familia. A mi abuelo materno, Blas, a quien no tuve la suerte de conocer porque murió antes de nacer yo, de joven dicen que era muy apuesto y debido a su galanura le fue puesto el apodo de “el pollo”. Como él otros muchos fueron “bautizados” con curiosos apodos, bastaba con que tuviera relación con una determinada profesión, afición etc, y ya le “bautizaban” para siempre, siendo conocido por su nombre más la referencia del apodo.

Pero lo que más llama mi atención son los dichos populares que son de lo más ocurrentes, citaré solo algunos por poner ejemplos:

Cuando en una comida iba a sobrar algo que más tarde no se podría utilizar, los comensales hacían un esfuerzo por comérselo aunque quedaran “ repimpando” porque decían “Pa que se pierda que haga daño”.

Si una persona mejoraba en su situación económica o social, todos decían: “Pasó de albarda pa silla”, pero si ocurría lo contrario: “Pasó de silla pa albarda”.
De una mujer madura y de un joven que pretendían unirse, con ironía decían los vecinos: “Déjenlos, que no hay caldo como el de la gallina vieja”.

Cuando querían saber cómo iba a ser el tiempo solían mirar a la luna que se ve salir en esta zona por un lugar conocido como “El Lomo Rodrigo”, esas sombras en la luna que ellos llamaban los cuernos de la luna, si estaban algo inclinados hacia abajo decían:
“Cuernos cambados, suelo mojado”, si apuntaban hacia arriba: “ Luna derecha, agua no echa”.
El Teide también servía de referencia para la climatología, así por ejemplo cuando en su pico se posaba una nube lisa e inmóvil, llamada la “toca”, anunciaba probables lluvias y ellos solían decir: “Cuando el Teide tiene toca, cabrero guarda tu ropa”.
Y bueno, hay un sinfín de dichos muy curiosos pero sería interminable de contar y por hoy ya vamos sobrados ¿No?...Tamaragua amigos…


"Cuando El Teide tiene toca, cabrero guarda tu ropa"

Marzo de 2014.


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