Viene de la página anterior.
“La mayoría de las vírgenes negras muestran unos rasgos
morfológicos comunes: semblante hierático, rasgos orientalizantes aunque nunca
negroides, mirada esotérica que cautiva a quien la contempla y actitud pasiva
ante el espectador. Su disposición suele variar en función de su época de
ejecución; así, las románicas se hallan sedentes, y la mayoría de las góticas
de pie, sin que en ellas se refleje el naturalismo propio de otras efigies
coetáneas de María.
Varias se hallan labradas en madera o piedra negra,
mientras que otras han sido pintadas de negro (en algunos casos, ello no se
hacía con el Niño al considerarse un color impropio para representar al Hijo de
Dios), incluso las hay que en su origen lucían pintura negra que luego fue
eliminada para convertirlas en vírgenes blancas. (Jacques Huynen, 1977)
El catolicismo atribuye legendariamente a San Lucas la
inmensa mayoría de las vírgenes negras, con lo que dirige nuestras miradas
hacia Asia Menor, sin embargo este hecho sin duda tiene una interpretación
simbólica. También Oriente aparece en las menciones de que fueron los cruzados
los que las introdujeron en sus países de origen a su regreso.
Históricamente podemos situar su apogeo entre los siglos XI
y XII, raramente se las puede enclavar en el XIII. Artísticamente pertenecen al
románico. Las talladas durante el gótico posiblemente hagan referencia y sean
nuevas representaciones de imágenes anteriores; así como las imágenes cuya
leyenda apunta a épocas previas a estos siglos puede que evoquen tallas a su
vez cristianizadas, cuando no la misma imagen, de cultos paganos más antiguos,
a este estilo corresponden las imágenes de Diosas negras adoradas en el
archipiélago. Porque, aunque las vírgenes negras a menudo fueron encontradas
por vaqueros o por pastores, lo cierto es que el centro de pleitesía
corresponde al enclave donde antaño se veneraba a una deidad pagana de
antiquísima tradición y objeto de peregrinación secular. Vinculadas a un
entorno de cuevas, montañas, árboles, pozos y cursos de agua y, en el caso de
Francia donde se ha comprobado este hecho, a dólmenes y otros monumentos
megalíticos, se integran con la
Naturaleza y parecen reinar dentro de ella.
Y es eso lo que simboliza a fin de cuentas el
icono de la Virgen
Negra. El color oscuro, ya lo hemos dicho, es la imagen de lo
que no se ha manifestado, de lo que permanece oculto, y en este ámbito
corresponde a Prakriti, la Sustancia
universal, con la que se identifica también a María madre de Jesús y este color
negro se aplica también a fortiori al grado supremo, que es el más oculto. El
negro de la materia prima, que es la indistinción potencial, es el reflejo, en
este plano inferior, de la no-distinción principial de lo Infinito, de la Mahashakti, el Eterno
Femenino divino, el negro de esa «Tiniebla más que luminosa», para
emplear la expresión de Dionisio Areopagita. El icono negro es el icono de la Magna Mater, la Maha-Devi de la India, que en este aspecto
se llama Kali, «La Negra»,
a la que se saluda en estos términos:
Tú eres la imagen de Todo... la madre de
Todo... Antes del comienzo de las cosas, existías en forma de una oscuridad que
está más allá de la palabra y del pensamiento; y por el deseo creador de ese
supremo Brahma, de ti nació el universo entero... Tú eres Kali, la forma
primera de todas las cosas... Recobrando tras la disolución (maha-pralaya) tu
forma tenebrosa y sin forma, sigues siendo la única, la inefable, la
inconcebible (Maha Nirvana tantra).
Y para
concluir esta aportación digamos con Roland Berman: ”Las leyendas hablan
de las Vírgenes Negras como “Vírgenes encontradas” (tronco de un árbol, mata de
espinos, subsuelo...). Estas “Vírgenes encontradas” lo son siempre en un lugar
natural donde están escondidas desde tiempos desconocidos. Podemos ver a través
de las leyendas como ellas no aceptan ser desplazadas, volviendo siempre al
lugar de origen.
Este lugar constituye de alguna manera un centro.
Es este lugar central el que es ese punto tan particular donde deben
tradicionalmente anclarse las cosas, los seres y los acontecimientos. Un lugar
tal no podría ser único. Si, para el pensamiento tradicional, existe un centro
primordial, de este centro emanan centros secundarios que tienen vocación de
permitir una transmisión. Estos centros tradicionales son de orden espiritual
pero se figuran, se anclan, en los lugares materiales. Desde siempre esa fue
una de las funciones reconocidas de la cripta. Es una imagen de la naturaleza y
está enterrada en la tierra madre. Su enterramiento en el seno de la tierra
fecunda hace de ella un lugar privilegiado de renacimiento. En la oscuridad de
la cripta nos situamos en la frontera del mundo de los vivos y del mundo de los
muertos, en la frontera de lo conocido y de lo desconocido. ¿Quién no ha
percibido la atmósfera particular que reina en una cripta, y por poco que se
haya dejado llevar, deteniendo todo pensamiento parásito, quién no ha sentido
la paz que emana de este lugar? ¿Por qué en los monasterios como el de San
Benoît sur Loire, por no citar más que uno, las vísperas y las misas de los
monjes se desarrollan en la cripta? No es necesario considerar esto como una
supervivencia o una transposición de los misterios antiguos, sino como una
necesidad ontológica.” (Roland Berman)
Como queda dicho el culto a la virgen María
comenzó en la iglesia católica ortodoxa oriental después del Concilio de Éfeso
(431 e.a.) que proclamó a María como “Madre de Dios”. Aunque algunos años
antes, el doblemente converso e introductor de la filosofía de Platón en la
iglesia católica Agustín, obispo de Hipona, ya había colocado en su oratorio la
imagen de una virgen negra que según
una tradición, fue inspirada en la “regla” o reglamento de su comunidad
de monjes.
Imágenes: Cap. XIII
Diosa negra Artemis, tomada de Ana María Vázquez Hoys
Virgen de Monserrat
Representación moderna de Virgen con niño, de etnia
africana, imagen de archivo.
OBSERVACIONES A UNA SERIE DE ARTÍCULOS DE DON FERNANDO BAÉZ EN TORNO A
LA RELIGIÓN DEL
PUEBLO GUANCHE.
Capitulo XIV
El ruido de las
carcajadas pasa. La fuerza de los razonamientos queda.
Concepción Arenal (1820-1893)
Chaurero n Eguerew
ELLA NO ES EL. IV.
Diosa Chaxiraxi Diosa
negra
Cuando buscamos información
relacionada con la Diosa
Madre Chaxiraxi nos encontramos que la mayoría de los textos
relativos al tema nos dicen que, la Virgen Maria se les “apareció” a los guanches y
estos la veneraron con el nombre de Chaxiraxi. Esta es otra de las tantas
falacias históricas tejidas por el sistema imperante y sostenido
interesadamente por el clero católico usurpador de los atributos de Nuestra
Magné y atribuidos a María la madre de Jesús de Nazaret.
La verdad es que fueron los
invasores católicos quienes al apoderarse de la imagen de Nuestra Diosa
Chaxiraxi, le cambiaron el nombre original por el de nuestra Señora de
Candelaria, Santa María de Candelaria y posteriormente como Virgen de
Candelaria.
Según expone el Dr. En Biología en la Universidad Mayor
de San Marcos en Lima, e investigador de las religiones antigua Guillermo
Llerena Cano:
“En el norte de África, al oeste del valle
del Nilo desarrollaron un conjunto de etnias autóctonas del Magreb, los
bereberes, amazig o mazigios; que fueron conocidos por los antiguos
romanos como numidios y por los europeos medievales como moros. En las actuales
Islas Canarias, se establecieron como la etnia Guanche, una civilización
generada a lo largo de siglos por los primeros pobladores de estos territorios.
El nombre guanche de la Diosa
madre aborigen es Chaxiraxi, que significa según tergiversada traducción castellana ”Madre del Sol” o
”La que carga al Rey del Mundo”. Es en realidad otra visión de Tanit, la Diosa madre del Magreb y del
Mediterráneo; es una de las innumerables denominaciones dadas a la gran Diosa
de la fertilidad. La fiesta del Beñesmer guanche (la cosecha) estaba consagrada
a Chaxiraxi.” (Guillermo Llerena Cano, 2010)
Al frente del santuario de la Diosa Madre Chaxiraxi
estaba la orden religiosa guanche encargada del cuidado
de la imagen y del culto, el clero de Kankus y Maguadas, los cuales fueron
masacrados en Achbinico por el invasor Alonso Fernández de Lugo. Inmediatamente
después de acordada las denominadas “paces de Los Realejos” el 29 julio de
1496. Una vez consensuadas dichas “paces”, el siguiente movimiento del invasor
consistió en subir por las cumbres del Realejo con parte de su ejército
de mercenarios y bajar al Valle Sagrado de Güímar, hasta la playa de Igueste lugar donde esta
ubicado el santuario Achbinico tomar posesión por la fuerza de la armas de la
imagen de Nuestra Señora Chaxiraxi, ordenando cortar el cuello de los Kankus y
Maguadas que cuidaban de la misma. Con este acto, los invasores dieron por
sometida la isla, pues la
Diosa Madre Chaxiraxi era el elemento uniformador y
cohesionador de todos los meneceyatos de Chinech (Tenerife), el cuidado de la imagen secuestrada quedó a cargo del
anciano capellán francés Pedro Roberto Sablé, conocido por Pedro de
París. (G. Adarguma)
Esta execrable acción es
presentada por algunos “piadosos” cronistas
como un acto de acción de gracias por haber sometido la Isla pues los milites sacaron la imagen en procesión por
los arenales de la playa.
Todo ello a pesar de que este
menceyato era uno de los denominados de paces por lo que es presumible que en
el mencionado tratado se incluyera alguna cláusula de salvaguarda de la imagen
a favor de nuestros ancestros, razón por lo que en un principio los invasores
dejaron a la Diosa
en su santuario de Achbinico, y decimos de momento porque como veremos los
católicos andando el tiempo no cejaron en apoderarse de la imagen y con ella
toda la teología de la Iglesia
del Pueblo Guanche, como tendremos oportunidad ver.
En los primeros tiempos
de la usurpación era el clero secular, o diocesano, el que atendía espiritualmente
el templo cueva, mientras que un ermitaño guanche se encargaba de su limpieza y
de recibir a los peregrinos.
“Del ermitaño podemos aportar
algunas noticias, que además nos ilustran sobre uno de los aspectos de su
actividad. Así sabemos que el 28 de mayo de 1517 García de Morales, “ermitaño
de Nuestra Señora de la
Candelaria”, se obligaba a pagar a Antón Martín, arrendador
de las abejeras salvajes de la isla de Tenerife: “tres doblas y media de oro. Las cuales son por razón que me arrendasteis
todas las abejeras salvajes que hubiere media legua a la redonda de la Casa de Nuestra Señora la Candelaria por dos
años”.
La producción de estas
abejeras salvajes debía ser bastante crecida en atención a otro documento,
fechado el 22 de agosto de 1519, en el que García de Morales, “santero de Nuestra Señora la Candelaria”, para
abonar el pago de una ropa se comprometía a entregar cincuenta libras de cera.
(Lorenzo Santana Rodríguez, 2010)
La presión ejercida por los
dominicos y por el brazo secular para posesionarse del icono de la Diosa fue constante y
continuado en el tiempo hasta el extremo de que nuestros ancestros se vieron
obligados a defenderse con las mismas armas legales de los invasores, dando comienzo así al denominado Pleito de los insulares, en realidad fueron varios los pleitos
entablados por el clero y fieles guanches para evitar el ser despojados de la
posesión de la imagen de la Diosa. Esta
valiosa documentación fue rescatada y conservada por don Manuel de Ossuna y hoy
forma parte de los archivos históricos del Ayuntamiento de La Laguna por donación
testamentaria de su propietario.
Veamos un ejemplo de esta
documentación procesal:
“En
el lugar de la Orotava
de esta isla de Tenerife, treinta e un días del mes de Diciembre de mil y
quinientos y ochenta e ocho años conforme a la cuenta de nuestro Salvador
Jesucristo ante el Bachiller Juan Pereira de Lugo, Abogado, y en presencia de
mí Juan Benítez Zuazo, Escribano público de dicho lugar y sus términos, por el
Rey nuestro Señor, pareció Pedro Hernández, natural de esta Isla, por sí y en
nombre de los demás //Folº. 40 vtº.// Naturales della, sus consortes, e
presentó una provisión ejecutoria de la Real Audiencia de
Canaria según por ella parecía, su tenor de la cual es el que se sigue= Juan
Benítez Zuazo, Escribano público=____
El
Regente, oidores de la
Real Audiencia destas Islas de Canaria, por el Rey Nuestro
Señor, en presencia del Bachiller Juan Pereira de Lugo, Abogado, e vecino de la
isla de Tenerife en el Lugar de la
Orotava, salud e gracia: sepades qué pleito y causa pende
ante nos, en esta Real Audiencia, por caso de corte, el cual se intentó
criminalmente por parte de Pedro Hernández, Francisco Hernández, Juan
Fernández, Luis Rodríguez, Francisco Gon- //Folº. 41 rtº.// zález, el Capitán
Pedro Rodríguez, Salvador González, Alonso Rodríguez, Juan Rodríguez, Diego
Díaz de Vera, Antón Sánchez, Andrés Hernández, Lázaro Sánchez, Rodrigo Martín,
y los demás sus consortes, Naturales de esa Isla en el término de Candelaria,
contra Cristóbal Trujillo de la
Coba e Gaspar Yanes Delgado, regidores desa Isla, a la qual
causa salió la parte del Consejo, Justicia e Regimiento de esa Isla, sobre
inquietación de posesión y costumbre en que han estado los dichos naturales de
sacar la Imagen
de Nuestra Señora de Candelaria en sus andas a los tiempos que se hacen las
//Folº. 41 vtº.// procesiones e sobre las demás causas e razones contenidas en
el proceso del dicho pleito en el cual parece que ante nos en esta Audiencia,
en dos días del mes de Marzo pasado de este año de ochenta y siete, por parte
de los dichos Naturales nos fue presentado un escrito de querella del tenor
siguiente=___
Muy
l1ustrísimos Señores= Diego de Peñafiel en nombre de Pedro Hemández, Diego Díaz
de Vera, Francisco Hemández, de los demás vecinos e Naturales de la isla de
Tenerife en el término de Nuestra Señora de Candelaria de quien tengo poder que
es este que presento en la vía e forma que mejor haya lugar de derecho / /Folº.
42 rtº./ / por caso de corte notorio me querello ante vg.sg., criminalmente, de
Cristóbal Trujillo de la Coba
e de Gaspar Yanes, Regidores de la dicha Isla e de los que parecieren culpados
y contando el caso que estando los dichos Naturales en posesión antiquísima
desde que la dicha Isla se ganó de cristianos y es uso e costumbre tan antigua
de en todos los años por el día de Nuestra Señora de Candelaria que se hace
procesión de la Casa
de Nuestra Señora hasta la iglesia de San Blas, y en otras procesiones
extraordinarias como en procesión de agua e para salud de otras cosas que la Imagen sale en sus andas y
en procesión de llevarla sobre //Folº. 42 vtº.// sus hombros los Naturales que
descienden de los Naturales, que eran antes que la Isla se ganase y en contorno
y en redondo de la dicha Imagen suelen ir todos los Naturales porque es fiesta
suya y la Imagen
les pareció a ellos mucho tiempo antes que cristianos ganasen la dicha Isla,
los cuales Naturales antes de tener lumbre de fe, reverenciaban y tenían en
mucho la Imagen
y aunque personas poderosas de estas Islas, e por su voluntad e contra de los
dichos Naturales, la quitaron dentre los dichos naturales y la llevaron a la
isla de Lanzarote, de donde milagrosamente la Imagen / /Folº. 43 rtº./ / hizo señales de no
querer estar en la dicha isla de Lanzarote, y se volvió a la de Tenerife entre
los dichos Naturales en el dicho lugar que dicen de Candelaria y en esta
devoción los dichos Naturales han estado y están hasta ahora teniendo por
particular privilegio la dicha Imagen entre sí, y así como cosa suya él y los
propios la sacan en sus andas y han sacádola desde el dicho tiempo a esta parte
y estando en este uso antiguo e posesión, el día de Nuestra Señora deste mes
pasado de Febrero, continuando los dichos Naturales su posesión e costumbre
queriendose hacer / /Folº. 43 vtº./ / la dicha procesión, cuatro de ellos
tomaron las andas de la dicha Imagen yendo los demás junto a ella y la sacaron
desde su altar, trayéndola a la capilla de la dicha iglesia de donde se
recomenzaba a hacer la procesión y trayéndola sobre sus hombros los dichos
Naturales, y estando congregada mucha gente, el dicho Cristóbal Trujillo de la Coba, y Gaspar Yanes,
Regidores y otros con alboroto y escándalo, diciendo el dicho Trujillo que
tenía comisión del gobernador e que venía en su lugar, e con vara de Justicia
en las manos, fueron rempujando a los dichos Naturales y llegando / /Folº. 44
rtº./ / a los que tenían las dichas andas por fuerza, y sin reverencia de
Nuestra Señora se la quitaron por fuerza y porque los dichos Naturales con
modestia e mansedumbre decían e requerían al dicho Trujillo de la Coba que no les quitase de su
posesión e que aquello les pertenecía por ser Naturales, el dicho Trujillo y
los demás les afrentaron delante de la dicha Imagen llamándoles de bellacos e
majaderos e pícaros y en son de quererlos afrentar les decían que eran
unos Guanches de baja suerte y porque no pasase adelante el dicho escándalo
se hizo que la Imagen
se volviése a el altar de donde //Folº. 44 vtº.// los Naturales la habían
traído, y el Vicario del Convento de la dicha Imagen viendo la injusticia del
dicho Trujillo, e los demás, e porque la procesión no se dejase por hacer, hizo
que dos frailes y dos naturales tornásen asacar la dicha Imagen y ansí la
sacaron, y llevándola, y saliendo por la puerta de la iglesia, tornó el dicho
Trujillo e los demás a hacer el mesmo alboroto, y escándalo, queriendo quitar
la dicha Imagen a los dichos Naturales e Frailes y lo hicieran si el Vicario de
la isla de Tenerife no lo impidiera con excomuniones que les puso, y
prosiguiendo la dicha procesión des- / /Folº. 45 rtº./ / pués que iba la Imagen buen rato de la
dicha iglesia e llevándola los dichos Naturales e Frailes, y el dicho Trujillo
y los demás ejecutaron su mal propósito, e sin reverencia de la Imagen fueron contra los
dichos Naturales que llevaban la dicha Imagen, y los demas que iban junto, y
les tornaron a afrentar con las mismas palabras e dar de rempujones
apartándolos de la dicha Imagen e rompiéndoles sus capas y herreruelos que
llevaban y hubo tanto escándalo, y alboroto que hicieron amotinar toda la gente
de la procesión, muchos romeros que haido en romería / /Folº. 45 vtº./ / de las
demás Islas, de suerte que yendo los dichos frailes con tan gran
alboroto y escándalo y tan poca reverencia a la Madre de Dios y que estaban
las andas quebradas por los empellones que los dichos Regidores e Trujillo
habían dado a los que la llevaban que un Niño Jesús había caído en tierra e
quebrádose un brazo, por causa del dicho Trujillo e los demás volvieron la
dicha Imagen a su casa, y ansí no se hizo la dicha procesión que fue gran
desconsuelo para los romeros y peregrinos que habían ido a ello, por lo cual
cometieron delito digno de punición y castigo / /Folº. 46 rtº./ / porque pido a
Vªs.Sªs. me admitan esta querella por caso de corte, por ser contra Juez e
Regidores y admitida me reciban información al tenor de ella e dadas les
condene a los susodichos en las penas en derecho establecidas e contra los que
semejantes alborotos, y escándalos hacen, e pido justicia e costas e incidentes
del oficio de Vªs.Sªs. que para ello imploro, y les condenen e manden que de
aquí en adelante que en las dichas procesiones no perturben a los dichos
Naturales ni les inquieten en la posesión e costumbre que tienen en llevar a la Imagen y andas de
Nuestra//Folº. 46 vtº.// Señora y los Naturales ir en contorno de ella, y
amparen en la dicha posesión antigua a los dichos Naturales declarando estar en
su posesión e uso de sacar ellos la dicha Imagen en sus hombros, e ir junto a
ella, e para que los susodichos sean acusados les mande prender e presos les
protesto acusar más en forma, e pido ut supra, e juro en forma no ser de
malicia= El Licenciado Borrero=____
Con
fecha 7 de diciembre de 1587, la
Audiencia de Canaria dicta sentencia a favor de nuestros
antepasados y en contra del Cabildo de la Isla en las personas de sus regidores Cristóbal
Trujillo de la Coba
e de Gaspar Yanes.
“…(Al margen: Sentencia) Fallamos los dichos
Pedro Hernández, Diego Díaz de Vera, y consortes, haber probado su querella
como probarles convino para haber victoria en esta causa en lo que de yuso será
contenido, e los dichos Cristóbal Trujillo de la Coba , y el dicho Concejo no
haber probado cosa que les excuse de condenación, atento a lo cual debemos de amparar e amparamos a los dichos Naturales en
la posesión que han tenido de sacar la dicha Imagen de Nuestra Señora de
Candelaria, desde su altar hasta San Blas y volverla a el dicho su altar y lo
mismo se entienda en cualquier otra procesión Que se hiciere con su
bendita Imagen en la cual/ /Folº. 56 vtº./ / dicha posesión les amparamos y
defendemos y mandamos que en ella no sean inquietados, ni perturbados so pena
de cada cinquenta mil maravedíes para la Cámara e Fisco de Su Majestad y estrados
de esta Audiencia…”.[1]
A
pesar de esta y otras sentencias favorables, en el transcurso del tiempo los
dominicos consiguieron hacerse con el control de la imagen de la Diosa Madre
Chaxiraxi, con su santuario y con el
rebaño sagrado de la Diosa,
relegando a sus verdaderos propietarios a la representación anual de una
humillante mascarada donde unos supuestos guanches escenifican la supuesta
“aparición” de la imagen de la Diosa, con unos gestos
absurdos y un lenguaje ininteligible como si una de
las lengua más ricas de la antigüedad careciera de palabras para dirigirse a
una estatua, además el autor de esta farsa el fraile Espinosa seguramente supuso que estos “buenos
salvajes” no sabían distinguir una figura de madera de una persona y, para más
escarnio les visten con unas azaleas de ovejas merino, ovejas que fueron
introducidas por los colonizadores, calzándoles además con alpargatas
fabricadas en Valencia, ¡todo un homenaje a la rigurosidad histórica!
Todas
las Diosas negras una vez que son sincretizadas por la iglesia católica son
rodeadas de una recurrente leyenda piadosa, se niegan a ser cambiadas del lugar
donde “aparecieron”. Especialista la orden dominica en este tipo de fabulas,
Fray Alonso de Espinosa crea una ingenuo mito en torno al robo del icono de la Diosa Chaxiraxi por parte de
los piratas del colono Sancho de Herrera, dándole como es habitual en el
catolicismo un tinte milagrero, cuento que han venido asumiendo ciegamente la
mayoría de historiadores posteriores sin someruelo a un mínimo estudio
analítico:
“Llevaron
los de Lanzarote la santa imagen de Candelaria a
su isla, muy gozosos y contentos de tener tal
huéspeda en ella, y de haber alcanzado tal abogada y ganado tal joya y hecho un tal robo. Y pusiéronla en el altar mayor en la iglesia de San
Salvador; pero los hombres ponen y Dios
dispone. ¿Quién creyera que la imagen de Candelaria, que los de
Lanzarote para amparo suyo y regalo llevaban, había de ser
cuchillo y disgusto suyo? No era el Señor
servido (cuyos secretos son inescrutables y de los juicios humanos muy remotos) de que la santa reliquia estuviese entre ellos; y así lo dio luego a
entender con patentes señales;
porque otro día de mañana, yendo muy gozosos a ver su imagen, la hallaron vuelto el rostro a la pared y las espaldas
al pueblo, que no fue poca confusión para él. Porfían otra y otras veces a volverle el rostro al pueblo, y tantas veces
la tornaban por la mañana a hallar vueltas las espaldas. Toman pareceres en el caso, y resuélvense en que
se hagan procesiones generales y plegarias y disciplinas a Nuestro Señor,
para que tenga por bien dejarles aquella santa reliquia, pues la sabrían ellos mejor venerar y servir que
los gentiles guanches donde había
aparecido…
…Esto hizo todo el
tiempo que la santa imagen estuvo en Lanzarote,[2] para
que más testigos hubiese deste milagro; y en todo este
tiempo, oían muchas músicas deleitables y sonoras de ángeles, vían grandes
resplandores, procesiones y luminarias, y
sentían suavísimos olores aquéllos que tenían cargo de la guarda de la imagen.[3] Y por
esta razón, cuando los de Lanzarote
volvían con la dicha imagen a traérsela y restituírsela, no les querían dar crédito, hasta que desde el navio se la enseñaron; y viéndola, para
certificarse, van a la cueva; y no hallándola entonces, quedaron confusos. Y
queriendo el rey hacer justicia de los que la tenían a cargo, fueron tantos los que afirmaron haberla siempre visto
en su cueva y lugar, que hubo de perdonarles; y así con mucho contento la recibieron y pusieron en su lugar,
añadiendo guardas y cuidado. A Sancho de Herrera le dijeron lo que pasaba, y cómo nunca había faltado de la cueva
donde solía estar, aunque ellos la
hubiesen tenido en Lanzarote; de lo cual
admirado él y los suyos, se confirmaron más en la devoción desta santa imagen
y en que era su voluntad estar en esta isla. Y así encargaron a los
naturales la reverencia que a la santa reliquia debían tener.” (A. Espinosa,
1980:72-75)
La realidad más que
probable del fondo de esta ingenua
leyenda sería que el colono y pirata Sancho de Herrera en sus habituales
correrías por las Islas aún no sometidas,
a la captura de esclavos, ganados y cualquier cosa que tuviese algún
valor, desembarcase por las entonces despobladas costas de Igueste y a falta de
mejor presa decidiese robar la imagen de la Diosa Chaxiraxi,
más que por una cuestión de fe, por el valor crematístico que podía suponerle.
De hecho la supuesta devolución no seria otra cosa que el pago de un rescate
por parte de los guanches de Güímar para la recuperación de la imagen.
Por otra parte, tal como recoge
la investigadora María Jesús Riquelme, en otra oportunidad la imagen mostró su
deseo de no ser trasladada de su cueva-santuario al nuevo templo construido por
los católicos.
“…Sin embargo, una vez construido
el nuevo templo, dicen que
milagrosamente la imagen retornó varias veces a su antigua morada. De
forma obligada volvió a usarse la cueva como albergue de la Virgen en el periodo
comprendido entre 1789-1803 por incendio del segundo santuario construido por
el obispo García Jiménez, obra que databa de 1672.” (M. J. Riquelme,
1990:35).
Esta claro que el clero guanche
no estaba dispuesto a permitir que la estatua de la Diosa Chaxiraxi no fuera
desplazada de su antiguo santuario de Achbinico para ser colocada en el nuevo
templo construido por los colonos, por ello es probable que tomasen la imagen y
la restituyesen a su verdadero santuario tantas veces como los frailes la
colocaban en la ermita. Esto debió de ser así porque entre otras cuestiones los
frailes eran pocos y la mayoría ancianos, lo que les incapacitaba para
enfrentarse al clero guanche. Una vez conseguido el pleno dominio de la imagen,
prefirieron ocultar estos hechos bajo el ropaje milagrero, tema en lo que eran unos verdaderos artistas.
Un caso similar tuvo lugar unos
años más tarde (en 1555) cuando la imagen
fue llevada a La Laguna
en rogativa de petición lluvias y por temor a los franceses, colocada en el
convento dominico de la ciudad, la afluencias de fieles a visitar a la Diosa fue tal, y las
ofrendas económicas de tal magnitud, que los dominicos maquinaron la
posibilidad de dejar de manera permanente la imagen en su convento, poniendo
toda clase de trabas para su regreso al santuario de Candelaria e incluso
oponiéndose abiertamente a tal retorno. Así las cosas, el clero guanche decidió
poner las cosas en su sitio y una madrugada entraron en la iglesia del convento
“secuestraron” la imagen y sin hacer paradas en el camino la instalaron en su
templo de Candelaria, a partir de estos hechos, mucho le costó al Cabildo
colonial de la Isla
el que le fuera permitido trasladar la imagen a La Laguna cuando era demandada
en casos de sequías prolongadas o de otras calamidades públicas.
Posiblemente a partir de estos
hechos la iglesia católica astutamente decidió contentar a ambas partes
contendientes –como paso previo a la usurpación para sí-creando una doble
festividad, la fiesta del 2 de febrero en que la iglesia católica sigue la
tradición evangélica de la purificación y presentación de Jesús en el templo,
al que corresponde según el dogma católico la imagen de madre portadora del
infante y la vela simbólica, a la que concurrían la justicia y regidores del
Cabildo colonial, beneficiados de los Remedios y la Concepción, y los curas
párrocos de la Isla.
Y la otra más importante, la del
15 de agosto festividad nacional canaria a la que asisten romeros de todas las
Islas, durante las cuales se celebra el Beñesmer[4] o
fiesta de la cosecha guanche, enmascarada como es habitual por el catolicismo
como la Asunción de
Nuestra Señora.
A cuatro leguas al sur de Santa
Cruz, cerca del mar, hay una cueva con una capilla e iglesia llamada de Nuestra
Señora de Candelaria, en la que se encuentra una imagen de la Virgen María muy reverenciada
aquí, como la gran Diosa Diana lo era en Efeso. (George Glas, [1764] (1976:69).
Continúa en la entrega siguiente.
[1] Si esta interesado en consultar la totalidad de los
documentos de este pleito puede
hacerlo en Juan Bethencourt Afonso en su Historia del Pueblo Guanche, tomo dos
y en: Guayre Adargumas Anez’ Ram Yghasen, Diosa Chaxiraxi
Versus Virgen de Candelaria-Historia de una usurpación. En: www.elguanche,net
[2] La imagen realmente fue
trasladada a Fuerteventura no a Lanzarote.
[3] En torno a
estas procesiones Marín de Cubas recoge: “Tenían en sus términos muchos ganados
sueltos y salvajes, y otros tenían manso, y tenían dedicados a la virgen de
Candelaria otros pintados de blanco y varios colores; tenían juegos y fiestas
en diversos tiempos del año, y venían de África al trato de carnes, cecina,
sebo y cueros, traían cera y hacían procesión y encendían luces a la virgen
paseando la playa donde fue hallada, y esto hicieron en secreto aún hasta el
tiempo de la conquista; en sus casamientos llevaban luces en la mano.” (Marín
de Cubas, [1694]1993:221-223)
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