Josefa Falcón Abreu
Dice un refrán que: “Marzo
ventoso y abril lluvioso hacen a mayo florido y hermoso”, sin embargo esta vez
se cambiaron las tornas, marzo fue lluvioso y no ventoso y ha sido abril quien
nos ha traído un vendaval de los que hacen época…vendaval que probablemente ha
arrasado todos los cultivos. El trabajo del campo, tan sacrificado, tan duro y
costoso es con frecuencia “víctima” de estas inclemencias del tiempo y lo que
prometía ser una fructífera cosecha se va al traste en unas horas y hay que decir adiós a todo lo que hay sembrado.
Es triste ver los cultivos tras el paso de un vendaval, con él se van los
sueños y las ilusiones de esos agricultores que con tanto amor y dedicación
cuidaban sus cosechas y ven como ya nada será lo que esperaban. Hoy tocará
hacer balance de pérdidas… Pero ahí siguen ellos, con su amor a la tierra,
dando vida a la economía y haciendo posible que los canarios comamos nuestros
propios productos, los que se cultivan aquí, en Canarias, la diferencia entre
nuestros productos y los que llegan importados es tan notoria…En días como el
de ayer, de viento y lluvia no puedo dejar de pensar en la gente que tiene que
vivir en la calle, en los llamados "sin techo" y es que me resulta
tan inhumano que haya gente que tenga que pasar por esto... Gente que incluso
ha tenido todo en su vida pero a la que la misma vida le ha dado de lado
arrebatándole todo, hay historias realmente espeluznantes, ellos y ellas, seres
humanos con identidad propia- de hecho eso es lo único que les queda, su identidad,
porque la mayoría no cuenta ni con su familia, por el motivo que sea-. Estamos
hartos de ver tantos seres abandonados a su suerte, seres que tienen el mismo
derecho que todos a una vivienda, a un trabajo, a todas esas cosas que los
demás tenemos, a comer...Este mundo tan dispar, con tantas clases sociales, con
gente a la que le sobra de todo, que despilfarra en cosas banales mientras
vemos a otra gente que no tiene que llevarse a la boca, privilegiados unos,
desgraciados los otros, la suerte no está del lado de los más pobres, dicen que
hay quien nace con estrella y quien nace estrellado pero a veces oyendo a estas
personas relatar su vida vemos como algunos si que han nacido con estrella solo
que ésta parece que se les apagó. La vida de cada uno es impredecible, ojalá
todos tuviéramos al nacer un destino justo y común para todos, que no
existieran los privilegiados sino que todos compartiéramos una existencia justa
y digna, mi deseo es una utopía pero...Tamaragua amigos…
Abril
de 2014.
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