ro es hoy una de esas lacras que acampan entre nuestra
sociedad, en nuestro vivir diario. De pronto un día nos enteramos de que, de
nuevo, una mujer ha sido asesinada por su pareja o ex pareja, nos impacta,
siempre nos impacta pero corremos el riesgo de que de tanto pasar ya cada vez
nos impacte menos. En Canarias también ocurren estas cosas, ayer fueron
víctimas de esa violencia de género una mujer y su hijo, hubo lesiones pero,
afortunadamente, no muertes. Nuestra tierra es un pequeño lugar en este enorme
mundo en el que apenas pasaba nada destacable, malos tratos siempre ha habido
pero, con la consecuencia de muerte como se ha visto en los últimos años, no,
pero la vida evoluciona tanto que con ella llegan también todas estas
indeseables “modas”, y ya son muchos, demasiados, los casos que hemos tenido de
violencia de género, demasiadas las mujeres que han muerto asesinadas a manos
de quienes se creen con derecho a hacerlo, con derecho a pensar que esa vida
les pertenece para primero maltratarla y luego, si le apetece, acabar con ella.
Pero
¿por qué está pasando todo esto? Algo extraño debe estar ocurriendo en la
sociedad para que cosas así pasen a formar parte del día a día. Se ha perdido
el respeto a la vida, a la ajena y a la propia, hemos visto como las venganzas
acaban no solo con la vida de la pareja sino incluso con la de sus hijos,
pequeños seres indefensos que acaban formando parte del castigo a la mujer, a
la madre, es una locura contagiosa que parece no tener fronteras ¿somos seres
racionales? Pues hay veces que aquellos otros seres, los irracionales, nos dan
lecciones de humanidad que a nosotros mismos se nos escapan. Ser tolerantes es
algo primordial para que estas cosas no ocurran, cuando la convivencia no es
posible hay que aceptarlo y no tomarse la justicia por su mano. Porque estas
cosas no vuelvan a ocurrir, por el respeto a la vida, a la vida de todos ¡SI A LA TOERANCIA, AL RESPETO A LA VIDA Y ¡NO! A LA VIOLENCIA DE GÉNERO!
….Buen día amigos…
Noviembre
de 2013.
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