Josefa Falcón Abreu
Nos solían llamar magos, a la
gente del campo, los de la ciudad y, aunque ya no se suele decir tanto, a mi
poco me importa que lo dijeran o no, me resulta casi un elogio, para mi
utilizar al hablar esa forma tan característica de la gente canaria del campo
me es muy grato, me resulta muy entrañable y muy nuestro, dicen que esa forma
de llamar así a la gente del campo partió de los invasores, conquistadores o cómo diablos fueran, que de forma despectiva
así llamaban a los campesinos guanches, esto ya me gusta menos porque siendo
así… bueno lo cierto es que a los canarios cada vez nos gusta más ese habla
canaria, esas palabras tan nuestra ya se oyen no solo en el campo sino también
en las ciudades y hasta en las capitales de las islas, es un legado que tenemos
de nuestros antepasados, es algo que nunca tendría que desaparecer porque eso
forma parte de nuestra identidad, esa identidad por la que tanto nos gusta
luchar y a mí me gusta emplear ese habla canaria con los de fuera también, no
me avergüenza ni muchísimo menos, ¡chacho, si es un orgullo! Orgullo el de ser
canario, orgullo vivir aquí, orgullo es el que siento cuando hablo de tierra
porque no me canso de decir que me siento muy privilegiada de haber nacido en
estas islas, el amor que esta tierra despierta en mi es tan
grande…Canarias…este nombre me puede, tiene algo especial, esta tierra también
tiene algo especial, hasta los canarios tenemos algo especial, debe ser esa
sangre de la raza guanche que corre por nuestras venas, no importa de donde
vengan nuestros apellidos ¡Mi sangre es guanche porque así la siento yo! Los
canarios somos entrañables, sabemos disfrutar lo nuestro como nadie porque,
como lo nuestro no hay nada igual. Nuestro acento dulce y suave, con esa particular
forma de hablar que parece que estuviéramos poniendo música a las palabras…
adoro nuestra tierra, adoro nuestras costumbres, adoro todo lo que se relaciona
con ella. Nunca he escuchado a nadie hablar de la añoranza que siente por su
tierra, al estar lejos, como lo hace un canario. Cuántas veces hemos oído
contar a nuestra gente emigrante o a los que por una razón u otra se ven
obligados a vivir lejos de aquí, esa nostalgia tan grande que sienten cuando
escuchan una folia, una isa o una malagueña estando lejos, o cuando recuerdan
la imagen del Teide, del Roque Nublo… de todos esos lugares hermosos que cada
isla tiene, de nuestro mar. Cuando nos juntamos para compartir una comida con
amigos, un buen vino, unas guitarras y un timple entonces ya es lo máximo, y si
nos vamos de romería la fiesta no tiene fin, Todo esto y más es lo que mi
tierra despierta en mí, todos esos sentimientos nobles y limpios, grandes como
esta tierra bendita en la que vivo, nobles como lo es la raza que llevo dentro,
la que no morirá nunca para un canario, la raza guanche que para nosotros es y
será ¡NUESTRA RAZA! Buen día amigos…
Noviembre de 2013.
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