martes, 25 de septiembre de 2012

PEREEJIL, O CRÓNICA DE UNA CRÍSIS QUE NO DEBIÓ SERLO


                        PEREEJIL, O CRÓNICA DE UNA CRÍSIS QUE NO DEBIÓ SERLO


EL ISLOTE DE TAURA, TOURAH, PEREJIL,  LEILA, O PERSIL.

                                PRIMERA PARTE

Guayre Adarguma

       
El islote Taura, Tourah, o Perejil o Persil, está situado a unos 200 metros de la costa al Oeste de Ceuta, con una supercie de 500 por 300 metros, y está deshabitada, pero tiene cierto valor estratégico.

Actualmente pastan en el islote un rebaño de cabras propiedad de una vecina del continente, quien afirma ser la propietaria del terreno.

La isla fue dependencia portuguesa al ocupar éstos el enclave de Ceuta en 1415.   Al parecer había restos de fortificaciones portuguesas.

Los verdaderos enclaves estratégicos en esta parte de la costa mediterránea marroquí, los constituyen las ciudades de Ceuta y Melilla, desde estos puntos altamente estratégicos, se controla la entrada y salida de la navegación por el Mediterráneo, pues es paso obligado para pasar de éste mar al atlántico y viceversa, además de ser puerta obligada para cruzar de un Continente a otro. Ya en el siglo VI a.n.e., Melilla fue una importante factoría fenicia conocida como Rusaddir, estuvo bajo el poder de los cartagineses desde el siglo VI a.n.e. Los romanos ocuparon este territorio africano después de las segundas guerras púnicas, concediéndole la categoría de colonia. Durante la alta edad media europea, el territorio fue recuperado por los imazigen (Beréberes) hasta que ha principios del siglo V, d.n.e.,  fue conquistada por vándalos y visigodos, y a partir de la expansión musulmana por el norte de África, fue incorporada al mundo árabe siendo un puerto pirata; fue a partir de esta época cuando cambió de nombre y pasó a llamarse Melilla. A partir de 1497 fue conquistada por tropas españolas y pasó a ser colonia de Castilla. Desde entonces, no han cesado los intentos de los rífenos por recuperar esta parte de su territorio. La lucha contra éstos por parte de España, los tratados de paz y su incumplimiento han sido una constante en esta zona. En tiempos modernos Melilla estuvo a punto de ser recuperada por los rífenos, en 1921, cuando el denominado por los españoles “el desastre de Annual,” en esta batalla las tropas rifeñas bajo el liderazgo del héroe de la independencia rifeña Addelkrim Jatabi, infligieron al ejercito español, la mayor derrota sufrida en África durante su aventura colonial africana de los tiempos modernos.

Ceuta, es un enclave colonial de España situado en la costa del norte de África, frente al estrecho de Gibraltar.  Éste y la Sierra de Bullones, conforman las denominadas Columnas de Hércules. El mar Mediterráneo, al norte, y el reino de Marruecos son los límites de este pequeño territorio africano que tiene 19,3 km2 de superficie. Al este se encuentra la península de Almina, dominada por el monte Hacho, de 195 metros de altura. La parte central es un estrecho y alargado istmo, en cuya parte norte se haya la amplia bahía donde está el puerto de Ceuta. Las tierras continentales del oeste, el  campo Exterior, son las estribaciones de la sierra Bullones.

Ceuta, fue un establecimiento cartaginés, hasta que pasó a dominio de los romanos al igual que Melilla, como resultado de las segundas guerras púnicas, éstos le dieron el nombre de Septa. Tras la caída del imperio romano, quedó en manos del imperio de Bizancio, siendo conquistada posteriormente por los visigodos. A partir del 711, con las conquistas de los árabes, se convirtió en un punto estratégico para las penetraciones de los imazigen (beréberes) y árabes hacía la Península Ibérica. En 1415, el rey de Portugal, Juan I, el grande, ocupa el territorio y lo incorpora a la Corona portuguesa. Durante años, Portugal tuvo que hacer  frente a los constantes ataques de mazigios y granadinos (Sultanato de Granada) para intentar recuperarlo. Cuando Felipe II accede al trono de Portugal, Ceuta pasa a ser dominio español. En 1640 los portugueses alcanzan la independencia definitiva de la Corona española, quedando Ceuta en poder de los españoles en virtud de los tratados firmados con Portugal en 1668.

Posteriormente, España se anexionó junto con otros islotes, el pequeño Archipiélago de Las Chafarinas, situado al este de Melilla, frente al Cabo de Agua y la desembocadura del Muluya, en la costa marroquí. Este diminuto Archipiélago está formado por las Islas del Rey, de Isabel II (la única que cuenta con unos pocos habitantes dedicados a la pesca) y del Congreso. El Archipiélago tiene unas dimensiones muy reducidas de 0,70 km2 y fue ocupado por España en 1848, desde entonces viene siendo reclamado por Marruecos.  

 Los datos que se han venido conociendo sobre el islote son escasos, quizás los más acertados son los publicados en el periódico español “El País” en su edición del 17 de julio de 2002, por la historiadora española María Rosa de Madariaga. Esta autora nos informa de que la isla de Leila fue ocupada por los ingleses en 1808, siendo todavía España aliada del Emperador francés  Napoleón Bonaparte. Tal como indica la mencionada autora: “El 28 de marzo un destacamento compuesto por 300 hombres de la guarnición de Gibraltar se posesionó del islote Peregil, que pertenece al emperador de Marruecos” (C. Posac Mon, Cuadernos del Archivo Municipal de Ceuta, 1997.)

La situación estratégica del islote despierta las apetencias de Estados Unidos, quien en 1836 pretende establecer en el mismo una estación carbonera, encontrando oposición por parte de las autoridades españolas. Tras formalizarse el Protectorado español en Marruecos, en 1912 la isla pasa a depender de las autoridades españolas. En 1990 se crea el Estatuto de Autonomía de la ciudad de Ceuta, sin que en el mencionado Estatuto se recoja la españolidad de la isla Perejil, aún así, España se cree con derechos sobre el islote.

En la primera mitad del siglo XIX hubo diversos intentos fallidos de ocupación del islote por España, tras la ocupación de las Islas Chafarinas, en 1848 durante el gobierno del general Narváez, estos intentos chocaron con la oposición de Inglaterra. De nuevo hubo en 1887 otro intento de ocupación del islote por parte de España, que de nuevo tuvo la oposición de Inglaterra, por un lado, y la de los marroquíes, por otro: “Una comisión española realizó en 1887 trabajos encaminados a la construcción de un faro, amojonando el terreno con estacas en las que se veían los colores de la bandera española. Enterados los marroquíes de Tánger éstos desbarataron la obra y derribaron las estacas. La prensa española de la época, haciendo gala como en ella era- y es- habitual de un patrioterísmo barato y trasnochado, elevó el incidente a la categoría de agresión al honor, partiendo del hecho falso, pero que el público aceptó como indiscutible, de que la isla era propiedad española” (G. Maura Gamazo, “La cuestión de Marruecos desde el punto de vista español”, 1905.) Como podemos ver, ciertas situaciones históricas se repiten con más frecuencia de lo deseado, y siempre se suele cometer los mismos errores y por las mismas causas, sin que las experiencias vividas sirvan para enmendar las situaciones.   

Según M. Tello Amondareyn en su obra “Ceuta, llave principal del Estrecho” (1897), explica cómo se intentó construir un faro en el islote, pues en 1887 se había hundido varios barcos en aquella zona, pero las obras iniciales fueron destruidas por los habitantes de la costa en cuanto los españoles habían abandonado la isla. La destrucción de las obras del faro, ante la pasividad del Gobierno español originó un debate político, en que el conde de Toreno interpeló al señor Moret (ministro de Estado), contestando éste que la isla pertenecía al Imperio de Marruecos, según consta en el Diario de Sesiones de las Cortes, Congreso de los Diputados, en su sesión del día 3 de diciembre de 1887.

Durante la época franquista, el ideólogo del africanismo militarista, Tomás García Figueras, se refiere a que las zonas del antiguo protectorado español pertenecían al Sultanato de Marruecos y, por tanto, fuera de la soberanía española. Concluye su artículo la historiadora María Rosa de Madariaga con la siguiente afirmación: “Resulta evidente que la isla del Perejil no formaba parte de las plazas de soberanía, sino del antiguo protectorado, de manera que cuando Marruecos obtuvo la independencia en 1956 el islote pasaría a formar parte del nuevo estado independiente. Aunque no se nos oculta que los aspectos políticos del asunto dificultan que se le examine con espíritu objetivo e imparcial, lo que interesa subrayar aquí es que el contencioso entre España y Marruecos carece de base histórica en que sustentarse y, que por lo tanto, no tiene razón de existir”.

De lo expuesto por esta historiadora no precisamente marroquí, el lector podrá sacar sus propias conclusiones, quedando claro que, en Canarias, muchos de los políticos españoles o españolistas carecen del debido asesoramiento histórico, y pecan como mínimo de irresponsables al lanzar alegremente ciertas proclamas patrioteras capaces de conducir la opinión de la población hacía derroteros peligrosos y no deseados. Con ello pretenden crear una cortina de humo en torno a los verdaderos problemas de la nación canaria, todos ellos emanados de la dependencia de nuestro país a las directrices de una Metrópoli europea.

Esta recogido en la historiografía que los gobiernos españoles jamás han tenido una política exterior coherente e inteligente, ya que en sus relaciones con otros países y especialmente con los del Continente africano, siempre han imperado intereses mezquinos y oportunistas. Adoptado además, una actitud de total entrega y servilismo ante las potencias superiores y mostrando su talante altanero y despótico con aquellos que estima como inferiores. Es notorio que los Gobiernos españoles siempre se han abrogado el derecho de explotar, saquear y humillar a otros pueblos, en nombre de un Dios y una supuesta civilización de la que por otra parte, siempre han carecido.

Lo expuesto anteriormente, queda reflejado en un artículo publicado en una revista española denominada Mundial, en su número 11 de fecha 21 de septiembre de 1922 y firmado por Mínimo Español, de dicho trabajo nos permitimos reproducir parte del mismo, pues lo consideramos esclarecedor de la consideración que la opinión pública española mantenía en aquella época sobre la política exterior desarrollada por el gobierno de España: <<...La guerra de África nace más que en el magín de O’Donell, en el del embajador inglés y después de un año que tardamos en llegar de Ceuta a Tetuán. Inglaterra nos ata las manos en Wad-Ras y nos recluye otra vez en los murallones presidiarios de Ceuta. El <<oro inglés>> no fue un tópico inventado por periodistas bohemios; el oro inglés tintineó en muchos oídos, compró muchas conciencias, sobornó y sedujo encubierto con la oriflama de nobles ideales. Y así se hizo la Revolución y así anduvo el trono español en almoneda... Cada vez que España reconstituía sus fuerzas, ordenaba sus negocios, acrecía su población, la política del desgaste nos llevaba a un nuevo engaño, a una nueva celada, dando elementos a nuestros enemigos y excitando a la vez, nuestras pasiones tradicionales. Así se creyó que en las maniguas de Cuba, en Cavite, en Santiago, había terminado el vigor español... No hay en la Historia despojo tan inicuo como el de Filipinas; no hay en ella ejemplo de abandono, como el de España, en soledad, frente a los Estados Unidos; no hay tratado de paz tan sin corazón, como el que firmamos en París... ¡Ya había acabado España!... Y al ver que la raza resurgía, que se afanaba trabajando y que se multiplicaba, que creaba riquezas, y competía en los mercados, y ordenaba su hacienda, y comenzaba a ser fuerte otra vez, la política del desgaste nos trajo la sugestión de Marruecos, que nuestros políticos aceptaron con el mismo regocijo con que Godoy  agradecía a Don Pedro Ceballos que obtuviera de Napoleón el reino de los Algarbe... Todo Marruecos iba a ser nuestro... Hasta Fez, hasta Marrakech... Francia no apetecía más que un sendero por la falda del Atlas, para ir de Argelia al Atlántico... Era el testamento de Isabel la Católica cumplido; ¡Era España grande otra vez! ¡Era la raza realizando sus destinos civilizadores!... ¡Luego se comenzó a recortar el mapa del Marruecos hispano; a cada negociación con Francia e Inglaterra, nuestra hipotética frontera se encogía como la piel de zapa de Balzac, y al cabo... el Rif sólo!

<<Ya tienes bastante>>-nos dijo la política del desgaste... -<<bastante para gastar millones, para volver al déficit y a los empréstitos,  para abrumar a los contribuyentes con impuestos, para dar, en fin, una sangría a la raza... >>

¡Trágicas palabras, que pronunciaba en Madrid el Embajador inglés en 1859, aconsejando a Isabel II, y que repetía luego Kitchener como resumen de la política inglesa frente a Alemania!.

Y henos aquí, hermana Grecia, sin Rif, sin glorias, sin dineros, sin nuestros pobres soldaditos, que murieron como tú, sin Esmirna y sin Andrinopólis!... Y mientras la política del desgaste hace su obra, no llega a nuestros oídos el eco de las palabras trágicas del geógrafo vidente: <<Antes de un siglo, habrán perdido su independencia las nacionalidades situadas en los cuatro extremos del Mediterráneo... Egipto, Marruecos, Turquía... >>
He ahí la profecía a medio cumplir... >> 

En la misma publicación se inserta una amplia referencia sobre la implantación del protectorado español en Marruecos, veamos como nos describe el desarrollo de los acontecimientos: << El acto celebrado en la vetusta Alcazaba de Frajana, en Melilla, ha tenido una gran importancia política, y marca un nuevo derrotero con la implantación del Protectorado de España en Marruecos. Ha comenzado la obra de compenetración que preconiza el ilustre general Burguete, entregando por propia mano el Gran Visir Beumna los títulos de caídes y jalifas a los moros de los territorios sometidos en la zona oriental.

La ceremonia se revistió de una solemnidad y de una importancia máximas. Con una gran atención, y en medio de un silencio respetuoso, se leyó la carta de S.A.I. el jalifa Muley el Mehedy, en la que se invita a todos los muslimes a reconocer en España a la nación protectora, que ha de llevar la tranquilidad y progreso a los territorios sometidos, y el imperio de la ley jalifiana a los que se muestren rebeldes a la acción civilizadora.

Pronunciaron elocuentes discursos de salutación y explicación del acto que se celebraba, el Gran Visir Beumna y el secretario general de la Alta Comisaría, señor Gómez Ferrer. Al serle entregado su nombramiento al noble Abd-el-Kader, de la kábila de Benisicar, todos los indígenas presentes exclamaron: <<Dios le conserve la vida a mi señor>>. >>
El señor López Ferrer hizo constar que, desde aquel momento, los moros harían su vida, sin más intervención que la de las autoridades del Majzen.

Los pueblos, como los hombres, para su redención necesitan el apoyo cariñoso y leal de los que le rodean. Marruecos seguirá encontrando este auxilio en España, propicia en todos los momentos. >>

           

COMIENZO DE LA CRISIS

JUEVES 11 DE 2002.

A las 16 horas  una lancha de la gendarmería marroquí se aproxima al islote de Taura, Tourah, Layla o Peregil y desembarca a doce gendarmes y a un oficial, quienes proceden a levantar dos tiendas de campaña izando sendas banderas de Marruecos, posteriormente, se aproximan al islote una patrullera de la guardia civil española y conmina a los policías alauís a que abandone el islote, pero éstos se niegan alegando que el islote es territorio de soberanía marroquí y que la presencia de la guardia civil española en el mismo es ilegal, tras una acalorada discusión, y a pesar de ambas fuerzas mostraron sus armas se despiden estrechándose las manos, quedando la policía marroquí en posesión del islote.

VIERNES 12.

El Ministerio de Defensa español envía dos patrulleras ligeras de la Armada más otra de la guardia civil que mantienen rodeado al islote vigilando a sus ocupantes. El Gobierno español maniobra de manera prudente y pide al de Marruecos que respete el “statu quo” actual y que vuelva a la situación anterior. La oficina de Información Diplomática, (OID) remite una nota a los medios de comunicación en la que explica los términos en que se ha dirigido a la embajada del Reino de Marruecos en Madrid, y en la que expresa su rechazo a la instalación en la isla de Perejil de dos tiendas de campaña y dos banderas del Reino de Marruecos, al tiempo que expresa su deseo de restablecimiento de la situación anterior en la zona, mediante una nota de protesta verbal, y cuyo contenido es el siguiente: “El ministerio de Asuntos Exteriores saluda atentamente a la Embajada del Reino de Maruecos en España y tiene el honor de informarle que el Gobierno español ha tenido conocimiento de la instalación en la Isla de Perejil de dos tiendas de campaña y dos banderas del Reino de Marruecos por miembros de las Fuerzas armadas Marroquíes, que permanecerían en dicha isla. El Gobierno español, rechaza estos hechos que suponen una modificación del “statu quo” actual y que en ningún momento se corresponden con la voluntad manifestada de mantener unas relaciones amistosas en un espíritu de cooperación y respeto mutuo sobre la base del Tratado de Amistad, Buena vecindad y cooperación de 1991. En consecuencia, el Gobierno español reclama del Gobierno de Marruecos la adopción de las medidas necesarias en orden al restablecimiento de la situación anterior a estos hechos.”

Por su parte el Gobierno de Marruecos en una nota difundida por la agencia oficial MAP, alega que ha establecido un centro de control en la isla Perejil, que se encuentra cerca de la ciudad de Ceuta, para luchar contra la emigración ilegal y el terrorismo en el estrecho de Gibraltar. La mencionada agencia, citando a un alto funcionario marroquí del Ministerio de Asuntos Exteriores, señala que éste afirma que la isla se encuentra en aguas territoriales marroquíes, según la legislación  de Marruecos que concierne el espacio marítimo, fue liberada en el año 1956 tras la salida del protectorado español de la zona del Norte, y en varias ocasiones Marruecos ha desplegado fuerzas cuando eso era necesario.

Así las cosas, la nueva ministra de Asuntos Exteriores del Gobierno español, Ana Palacio, que se encontraba en Bruselas, emprende viaje urgente de regreso a Madrid, en las últimas horas del jueves 11, incorporándose a su despacho y encabezando un gabinete de crisis, que sigue los acontecimientos, mientras se van perfilando las medidas a tomar según se vayan produciendo los acontecimientos.

Todos los resortes del Gobierno español se ponen en tensión, así el vicepresidente primero y portavoz del Gobierno, Mariano Rajoy, en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de los viernes, señaló que “Marruecos, de manera unilateral, ha decidido romper una situación aceptada desde hace 40 años de manera pacífica por ambas partes, que no supone la renuncia de los derechos sobre el islote Perejil”. Una vez más el Gobierno español por mediación del Ministro Rajoy, hace referencia al tratado de Amistad, buena vecindad y Cooperación suscrito en 1991, e insistiendo en el mantenimiento del “stato quo” imperante entre los dos reinos antes de la ocupación del islote, calificando además el hecho de “acto inamistoso” e de “incomprensible desde el punto de vista de los usos internacionales”. A partir de aquí comienzan los amagos militaristas del Gobierno español, y Rajoy anuncia el “reforzamiento de las dotaciones militares españolas que se encuentran en las inmediaciones de la isla del Rey”, un islote de las islas Chafarinas, y donde según el ministro, también sé a detectado”movimiento”. El ministro portavoz, insiste en que “Tenemos que esperar una repuesta formal por parte del Gobierno marroquí” a la “nota verbal” remitida ayer por el Ministerio de Asuntos Exteriores, al tiempo que añadía que “el islote no está adscrito a la Autonomía de Ceuta”.

Las amenazas veladas entran en juego por parte del Ejecutivo español, y el ministro Rajoy, señaló que “más de doscientos mil nacionales marroquí viven en España y que más de un millón recorren el territorio español para ir a Marruecos en sus vacaciones”. Así mismo, señaló la trascendencia de las relaciones entre España “como segundo socio comercial de Marruecos, y de éste como primer receptor de la cooperación española al desarrollo.”

La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, por su parte afirmó que había hablado con su homólogo marroquí, Mohamed Benaissa, sobre el “incidente” y confía en que esta conversación “ayude a dar una solución sastifactoria” a este asunto. En su declaración la ministra no hace alusión a la repuesta recibida del ministro marroquí, e insiste como su colega portavoz en que había que analizar la situación en el marco del tratado de cooperación hispano-marroquí actualmente en vigor, sin entrar de momento en el análisis sobre la naturaleza jurídica de la titularidad del islote, porque a juicio del Gobierno lo que se debe tratar es “la lectura de este hecho” en el marco del tratado, aunque “es posible que, en algún momento se tenga que abordar la cuestión de la soberanía de la isla”. A continuación afirma que sobre el plazo que dé el Gobierno español antes de adoptar alguna otra iniciativa que “esto no se mide por horas, porque hay que cómo van evolucionando las cosas”.


Mientras tanto, en Rabat, continúan los festejos en torno a las bodas del Rey de Marruecos, Mohamed VI, con la joven ingeniero Salma Benani, boda a la que no asistieron los Reyes de España ni el Embajador español ante la corte Alaui, Fernándo Arias Salgado. Esta actitud de la diplomacia española es posible que responda al hecho de que Rabat haya retirado a su Embajador en Madrid, el pasado día 27 de octubre, motivado por el conflicto surgido entre ambos estado por la concesión otorgada por parte del Gobierno español a la compañía petrolífera española Repsol, para efectuar sondeos frente a las costas de las islas Canarias, Archipiélago éste administrado por España, y cuyas aguas son limítrofes con  las de Marruecos en el Atlántico.

España se da prisa en solicitar el apoyo de sus socios naturales, la Unión Europea, pero la repuesta fue menos cálida de lo que se esperaba, dado los múltiples intereses que la mayoría de los mismo tienen con Marruecos, entre ellos Alemania, (minas de fosfatos de Bu Cras) y Francia, primer socio comercial de Marruecos. El portavoz de Asuntos Exteriores de la Comisión Europea, Gunnar Wieggand, se limitó a afirmar que el “incidente” es “altamente lamentable” y que se trata de una “violación del territorio español” que “no tiene nada que ver con la inmigración ilegal”, señalando a continuación que en estos momentos la prioridad más importante es evitar el aumento de la tensión y encontrar una solución rápida entre España y Marruecos.

En cuanto a una posible suspensión del acuerdo de Asociación que está en vigor entre Marruecos y la Unión Europea,  Gunnar Wieggnd, explicó que “siempre existe la posibilidad de renunciar a un Acuerdo de Asociación por causas graves”, aclarando a continuación que por ahora esa cuestión no se plantea, señalando que las relaciones de la U.E, con Marruecos se encuentran en fase de “profundización”. Queda claro que el apoyo abierto e incondicional que España esperaba encontrar por parte de Comunidad europea, quedó en esos momentos iniciales del conflicto en meras fórmulas de compresión.

En cuanto a la situación de las islas Canarias, en relación con el conflicto, es indudable que es altamente frágil, no sólo por la situación geoestratégica que ocupan en el Océano Atlántico, a 98 kilómetros de las costas del Sahara, sino que además, en el caso de una escalada incontrolada del conflicto, éste, daría al traste con el principal monocultivo de las islas, es decir el turismo de masas, base del 70% de la economía canaria. Teniendo en cuenta que el pasillo aéreo de Europa hacía Canarias, y viceversa, está controlado por Marruecos, y que incluso gran parte de las comunicaciones tanto telefónicas como vía Internet se controlan desde dicho país, es indudable que una situación PRE-bélica en el área, supondría el desplome total de la economía canaria, al margen de las posibles consecuencias bélicas emanadas de nuestra propia situación geoestratégica. Por lo visto estas consideraciones no pesaron en el ánimo del Gobierno español, al llevar a cabo la desmesurada algarada militarista en torno al islote de Taura, Tourah o Perejil, la cual pudo haber desencadenado una escalada militar del incidente, de no ser por la prudente actitud adoptada por Marruecos. Pero si la postura adoptada por el Gobierno español, fue insolidaria en cuanto a Canarias, mucho más lamentable es la postura adoptada por los políticos serviles canarios, algunos de los cuales incluso sé autodenominan “nacionalistas canarios” los cuales indudablemente son nacionalistas, pero españoles. Estos políticos serviles, fieles seguidores de la voz de su amo, o de la mano que los alimentan, en lugar hacer ver al Gobierno español, las incalculables y desastrosas consecuencias que para el Archipiélago hubiese supuesto el desatar en la zona un clima PRE-bélico, formaron un coro de alabanzas serviles y patrioteras, tanto en el Congreso como ante el Ejecutivo español, expresando lo que sus amos esperaban oír de ellos, y olvidando por completo los verdaderos intereses de la nación canaria.

En transcurso de éstas páginas iremos recogiendo algunas de las declaraciones públicas de éstos políticos, servidores de sus bolsillos, y que el lector saque sus propias consecuencias.

El denominado Gobierno Autónomo en Canarias, hace gala de dotes adivinatorias en relación con el conflicto a juzgar por los titulares de la página 4 del rotativo El Día, del 13 de julio, en él, se recoge el siguiente encabezamiento: <<El Gobierno de Canarias descarta que el conflicto llegue a afectar al Archipiélago.>> En la misma página se puede continuar leyendo: <<Tanto el presidente del Ejecutivo Regional, Román Rodríguez, como el director general de Relaciones con África, Luis Padilla, confían en que el conflicto hispano-marroquí se resuelva en pocas horas, al tiempo que recomiendan a la población de las Islas que mantengan la calma. >> Y estas fueron todas las medidas tomadas por el Ejecutivo supuestamente autónomo canario ante la gravedad en que pudo haber  degenerado el conflicto.


                                                             Román Rodríguez

En estos momentos de cierta incertidumbre y cuando casi todos piensan que las cosas no tienen porque ir a más, algunos políticos locales estiman que es una buena oportunidad para ocupar espacios en la prensa, así, los hubo que se creyeron en disposición de hacer declaraciones con ciertos tintes conminatorios, como si realmente creyesen que tienen algún peso en el ámbito de la política internacional, aún cuando saben perfectamente como es natural, que el Gobierno español no les permite ninguna actividad política exterior, ni siquiera en aquellas circunstancias en que determinados sucesos puedan afectar gravemente a la nación canaria, por ello, creemos interesante transcribir algunas de las declaraciones de éstos políticos locales, veamos algunas recogida por la agencia Efe, en Gran Canaria: <<El director general de Relaciones con África del Gobierno Canario, Luis Padilla, pidió ayer a Marruecos que “reconsidere” la ocupación del islote Perejil y reanude el diálogo con España, subrayando que este es un incidente que no tiene porque afectar a las relaciones de Canarias con Marruecos, pero, sobretodo, es un incidente que tiene que resolverse rápidamente, porque no es de recibo que se genere conflictos con un estado vecino con el que lo más conveniente es mantener buenas relaciones, como de hecho ha ocurrido tradicionalmente.”

Por su parte. El Presidente del Ejecutivo canario Román Rodríguez manifiesta que, que siente una “hondísima preocupación” por el desarrollo de los acontecimientos, señalando que en el Archipiélago no se han incrementado las medidas de control. (Como sí tuviese alguna capacidad  de decisión en el tema)

Román Rodríguez, indicó que mantiene contactos con el Ministerio de Asuntos Exteriores español para hacer un seguimiento al minuto de la crisis, subrayando que la población canaria debe estar absolutamente tranquila, señalando a continuación que se ha puesto a disposición del Gobierno Central (¡como si en alguna circunstancia hubiese dejado de estarlo!) para procurar que la solución sea lo antes posible y lo más sastifactória posible, asegurando que el Ejecutivo español actuará sobre la base de las reglas que existen en el ámbito internacional, añadiendo que, lo que importa ahora es que el Gobierno de España solucione esta crisis y que desde las Islas se vea con prudencia y estemos los canarios  tranquilos.

A partir de éste día 12, los representantes de los partidos españoles y españolistas en Canarias, comienzan a dar pruebas de su españolismo inquebrantable, incluso aquellos que ocultan su verdadero rostro político bajo una mascara de “nacionalismo” con la que confundir y engañar a los votantes canarios. Uno de estos reconvertidos “demócratas de toda la vida” lo es sin duda alguna el ínclito espécimen de la fauna política local D. Victoriano Ríos, portavoz de Coalición canaria (Coca) ante el Senado español.

D. Victoriano achaca la actitud de Marruecos, a la postura sostenida por España en el contencioso del Sahara al no aceptar el “Plan Barrer” sobre la autodeterminación del Sahara como la clave de la “invasión” marroquí del peñón de Perejil frente a la costa ceutí. Prosigue el Sr. Ríos, diciendo que “en su opinión, mientras España está amparándose simplemente en el Consejo de Seguridad de la ONU, esperando una decisión, Marruecos ha vuelto a aplicar un chantaje para hacer que España apoye los planes norteamericanos para la zona.” El Sr. Ríos, parece olvidar que la lamentable situación por la que ha venido atravesando el pueblo saharaui es consecuencia directa de la cobarde e irresponsable decisión tomada por España, de abandonar el territorio que había sido “Provincia del Sahara”, en manos de Marruecos, poco después de que el actual Rey de España, siendo Príncipe heredero del franquismo, en una visita efectuada al territorio para reafirmar la españolidad de la “Provincia” afirmara que sería el primer soldado en defender el territorio, ante los planes de Marruecos al organizar la “Marcha Verde”. España, desoyendo las indicaciones de la ONU, y atendiendo a oscuros intereses que hasta la fecha no han sido desvelados optó por la fórmula del abandono, y así, aquellos polvos han traído estos lodos.


                                                              Victoriano Ríos 

Continúa el Sr. Ríos, sus patrioteras declaraciones afirmando que, “espera que el Gobierno de José María Aznar actúe con la firmeza necesaria, y añade su preocupación porque no hubiese actuado desde los primeros minutos. En cualquier caso, continuó, una vez dado el aviso por Marruecos, que parece ir a por todas, España tiene que reaccionar de forma contundente. Sobre las posibles graves consecuencias que podría suponer para el Archipiélago canario el conflicto abierto con Marruecos, Ríos señala que “a título personal” creo que tenemos un compromiso con el pueblo saharaui”, (¿Y con el canario...?) Apostando por una repartición del territorio en disputa que permita un Sahara independiente”.

Otro de los políticos locales incombustibles D. Fernando Fernández, ex presidente del Gobierno supuestamente autónomo de Canarias y actualmente representante del Partido Popular ante Bruselas, (eurodiputado, que se dice) sale a la palestra en defensa como es natural de los intereses españolistas de su grupo político. En sus manifestaciones públicas el Sr. Fernández, afirma que sólo quien tenga una visión distorsionada de este asunto (Perejil) puede vincularlo directamente con Canarias, “recomendando” establecer una nueva vía de diálogo entre dos países que siguen siendo vecinos y amigos. Fernández, hace suya la tesis del Gobierno español ya que la “invasión” marroquí constituye un hecho muy grave, por cuanto no sólo rompe el “statu quo” entre ambos países, sino que contradice claramente el tratado de amistad, buena vecindad y cooperación de 1991. En su opinión, la repuesta española debe ser ante todo prudente, pero también firme, añadiendo que las decisiones que ha comenzado a tomar el Gobierno de José María Aznar están llenas de prudencia y ahora habrá que ver la reacción de Marruecos para ver como evolucionan los acontecimientos, máxime teniendo en cuenta que han pasado escasas horas desde que Marruecos cometiera esta triste acción, y confía en que el Gobierno Alaui sepa responder a la petición española de que restablezca cuanto antes la situación en los términos que contiene el tratado de amistad.


                                                        FERNANDO FERNÁNDEZ





                                       
                                                           José Segura Clavel

Otro de los personajes que se resisten a abandonar la política local al servicio de la Metrópoli, lo es indiscutiblemente D. José Segura Clavel, militante del Partido Socialista Obrero Español, (PSOE) por el cual es actualmente Diputado en el Parlamento español, fue Presidente del Cabildo Insular de Tenerife, y posteriormente, alcalde del Ayuntamiento de La Laguna, durante algunos meses, sin que en ambos Gobiernos ejecutase acciones sociales dignas de ser recogidas por la historia socio-política de esta nación canaria.

En sus declaraciones sobre el incidente de Perejil, lo definió (acertadamente) como una acción simbólica del Gobierno marroquí que pone de manifiesto la tensión existente entre los dos países, pero también el tremendo fracaso de la diplomacia española. Para el Sr. Segura, España ha tenido en la persona del  Sr. Piqué (hasta días antes, ministro de Asuntos Exteriores) el peor ministro de Asuntos Exteriores de la etapa democrática, un auténtico petardo-según el Sr. Segura-que no ha estado a la altura de sus predecesores. Sobre las consecuencias que puede acarrear para Canarias, el conflicto, el diputado socialista manifestó que tener buenas relaciones con Marruecos es muy importante para Canarias por cuanto el futuro tratado euro-magrebí que posibilitará a partir de 2010, el libre comercio entre los países euro-mediterráneos afectará bastante a la supervivencia de muchos sectores agrarios canarios, vinculados directamente con la capacidad de penetración de los productos marroquíes en Europa. Por último, Segura manifestó su esperanza de que la nueva ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, cumpla con la misión que no ha sabido asumir Piqué.

SABADO 13 

Marruecos, rehúsa dar una repuesta directa a la nota “verbal” del Gobierno español, y hace llegar la misma indirectamente a través del Presidente de la Comisión Europea Romano Prodi, quien comunicó al Gobierno español que el primer ministro del reino Alauí, Abderramán Yusufi, se había comprometido con él a lograr una solución muy rápida a la ocupación del islote Perejil. El Ejecutivo español se ve así vejado una vez más al no recibir directamente las explicaciones exigidas a Marruecos, mediante la famosa nota verbal.

Marruecos, rehúsa dar una repuesta directa a la nota “verbal” del Gobierno español, y hace llegar la misma indirectamente a través del Presidente de la Comisión Europea Romano Prodi, quien comunicó al Gobierno español que el primer ministro del reino Aluí, Abderramán Yusufi, se había comprometido con él a lograr una solución muy rápida a la ocupación del islote Perejil. El Ejecutivo español se ve así vejado una vez más al no recibir directamente las explicaciones exigidas a Marruecos, mediante la famosa nota verbal.

España demanda la mediación en el conflicto  de la Unión Europea, del Presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, éste considera según el texto, que se trata de problema que requiere esencialmente una solución bilateral, pero que preocupa a todos porque el Gobierno español ha pedido al presidente de la Comisión que contacte con el primer ministro de Marruecos para expresarle la gran preocupación de Europa sobre la evolución de este asunto.

La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, puso de manifiesto al presidente de la Unión Europea, la necesidad de que la U.E., actuara con solidaridad y de que no se interrumpieran las relaciones con Marruecos ante el interés común existente en materia de cooperación e inmigración.

El viernes, el  comisario europeo Chris Patten, mediante su jefe de gabinete Anthony Cary, ya había contactado con el número dos de la Embajada de Marruecos ante las instituciones europeas, (pues la embajadora se encontraba ausente)  para expresar su preocupación sobre la situación en el islote Perejil y advirtió de que si el problema no se resuelve rápidamente ello podría dañar las relaciones entre la Unión  y  Marruecos.


Paralelamente  a estos acontecimientos, el Gobierno de España va preparando la algarada militar de intimidación que llevaría a efecto en aguas del Mediterráneo próximas a los enclaves de Ceuta y Melilla. La Armada española desplaza a la zona  las corbetas Cazadora e Infanta Elena, a las ordenes de los capitanes Ramón Godín y Aurelio Martos, respectivamente quienes señalaron en una rueda de prensa que habían zarpado de la base de Cartagena (Murcia) con ordenes de realizar “maniobras” en las inmediaciones Melilla, Islas Chafarinas, Peñón de Vélez, Islas de Alhucenas y mar de Alboran. El capitán Martos, matizó que su presencia el puerto melillense y el diseño de las maniobras “responden fundamentalmente a la intención de reforzar la confianza que tiene el pueblo de Melilla en nuestro Gobierno y sus fuerzas Armadas”.

Por su parte, la plaza de Ceuta recibe a la fragata Navarra, navío tripulado por 190 hombres comandados por el comandante Gonzalo Rodríguez. En manifestaciones públicas el comandante de la fragata hizo saber que la nave se encontraba en el puerto de Ceuta, para reforzar la confianza de los ceutíes en su propia seguridad, y mostrar el apoyo del Gobierno y del resto del pueblo español a “nuestros compatriotas” que residen en Ceuta. “Mientras esté en Ceuta, donde tiene atraque asignado en el muelle de la Puntilla, hará salidas a la mar que tienen por objeto hacer prácticas de adiestramiento en las zonas del Golfo de Cádiz y Mar de Alboran para después volver a las actividades habituales como las visitas a puertos nacionales y ejercicios de prácticas con la OTAN, que realizamos con mucha frecuencia.”





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