ni odio ni rencor, hombres que,
como ellos mismos, se veían obligados a empuñar un arma, a lanzar una bomba o a
acabar con lo que hiciera falta…Son esas personas que quedan marcadas de por
vida emocionalmente, que tras acabar esa guerra viven ya en una auténtica
pesadilla, reviviendo en cada sueño momentos que nunca quisieron vivir, esos
momentos que hacen que ya nunca sus vidas vuelvan a conocer la paz interior. En
sus ojos quedan permanentemente grabadas las caras de otros hombres, de mujeres
y niños indefensos, de la destrucción, del hambre, de la miseria…¿Cómo puede
nadie olvidar todo ese horror? ¿Cómo puede la inocencia de un niño entender
semejante atrocidad?
Los
conflictos entre naciones siguen hoy, en pleno siglo XXI, terminando en una
guerra. Dicen, que tras varios años ya de comenzar la guerra de Irak, hoy, ese
país, está peor que nunca, cada día mueren allí personas inocentes victimas del
odio y la sinrazón a manos de quienes defienden unas ideas que al no ser
compartidas buscan venganza en la sangre inocente, que barbaridad, cuanto
horror han debido vivir allí, sobre todo los que no estaban de acuerdo con esa
guerra y especialmente los niños…Y es Irak, es Afganistán y son otros muchos
países….Hemos visto hacer auténticas barbaridades por parte de las tropas de
los países en conflicto, porque entre esos hombres existen quienes sí disfrutan
causando daño, torturando, abusando de su poder, porque pareciera que han hecho
de la guerra su distracción favorita, que cruel puede llegar a ser el ser
humano…Bien podrían luchar de otra manera… la lucha podría ser buena si se hiciera
noblemente, si mediara el diálogo y no las armas, si costara tiempo y no vidas,
luchar es bueno porque es bueno defender todo lo defendible, todo lo que
queremos cuidar, pero luchar se puede hacer dialogando, entendiéndose y
razonando, hemos sido creados como seres racionales y cuando más deberíamos
hacer uso de ese don actuamos como verdaderos animales, es más, muchos
animales, desde su irracionalidad, nos dan lecciones muchas veces que nos
sorprenden y nos dan que pensar. A nuestra mente vienen recuerdos de nuestra
propia historia, aquí también se vivió el horror cruel de batallas sangrientas,
de aquellos que vinieron y masacraron a nuestros ancestros, gente pacífica que
vivía en paz y armonía, que defendían su tierra y que también fueron
violentados, torturados, esclavizados, muchos de ellos muertos en una guerra
declarada por el ansia de poder, de poseer, al final, tristemente, las páginas
negras de nuestra historia quedaron teñidas de sangre de gente inocente, con
nombres y apellidos de mucha gente que solo quería VIVIR, vivir en su tierra
libres, vivir en un mundo nuestro, de todos… Y esto aún sigue pasando hoy, en
pleno siglo XXI, en muchos países que viven un auténtico infierno, el horror de
la guerra que solo destruye, mata, que da la “victoria” a unos a costa de la
vida de gente inocente. Nunca, nunca podré entender porque el precio de una
victoria tiene que ser la vida de nadie… Buen día amigos…
Octubre
13 de 2013.
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