LA GUANCHA, DONCELLA DE BRISA Y SAL...

Josefa Falcón Abreu

Hay muchas leyendas en nuestra tierra, en nuestros pueblos, en el origen de sus nombres, como por ejemplo, el nombre de Vilaflor y es que cuentan que su nombre actual se debe a la exclamación de un soldado invasor ante la aparición de una bella nativa: "Vi la flor de Chasna"… Chasna, ese era el antiguo nombre de Vilaflor, así la llamaban nuestros antepasados. Similar historia tiene el origen del nombre de La Guancha, nombre que le diera aquella bella mujer aborigen que iba por agua a una fuente del lugar donde también fue vista por un soldado invasor, el cual, quedaría impresionado por su belleza, ella se asustó gritó y huyó despavorida por el barranco y él no la volvió a ver pero pasó a llamar a la fuente: Fuente de la Guancha. (“Se oyó un grito lastimero/ un clamor de manantial/ una voz entre barrancos/ desde la cumbre hasta el mar./ Desde la cumbre quemada/ por el fuego del volcán/que vio nacer a La Guancha/ doncella de brisa y sal…- Este fragmento es de una canción del grupo folclórico guanchero: Abruncos). En el escudo del municipio se puede leer:” Nombre te dieron agua y mujer”. Todas estas historias a mí me apasionan, conocer el origen de las cosas, aunque algunos digan que solo son leyendas pero, aun así interesan y algo de relación tendrán con lo que se cuenta, al menos son muy atrayentes y han pasado de generación en generación a ser contadas o escritas por quienes han sabido rescatarlas investigando sobre ellas.

De la otra leyenda que quiero hablar y que es la más apasionante es la de la Isla de San Borondón, la "otra isla" canaria que aparece y desaparece, la non trubada, esta leyenda que dicen se debe a un monje irlandés llamado San Brandán, que inició una expedición marítima en 516 en busca del paraíso terrenal. Los irlandeses con esto de que su tierra es la madre del whisky pues no nos inspiran mucha credibilidad…bueno la historia es interesante. Esta imaginaria isla estaría situada en el extremo occidental del archipiélago canario, cerca de El Hierro y podía ser observada desde El Teide. Presente, incluso, en los algunos mapas de la época, su descubrimiento y conquista llegó a ser objeto de discusión y acuerdo entre las potencias marítimas de Portugal y España. La leyenda continua viva hasta hoy, cuando hay quien asegura haberla visto entre un mar de nubes. Les cuento algo y es que hace ya muchísimos años hubo en mi familia una pariente, una monja, Sor Nicacia, quien dijo haber visto una visión hermosa, fue antes de meterse a monja, estando a la orilla del mar con su familia, y que de pronto comenzó a andar por el agua hechizada por lo que estaba viendo, su historia es muy interesante…ehhh, lo dejo ahí, que conste que dicen estaba muy cuerda…Buen día amigos…

Octubre 3 de 2013.