remediable. Pienso que cada uno debería tener la opción
de decidir, quien quiera seguir con ese sufrimiento que decida hacerlo y quien
no lo quiera decida lo contrario, al fin y al cabo es su vida, es quien sufre,
alargar una agonía es fácil de decir pero, para quien la vive... Para las
familias también es traumático, por un lado el enfermo es ese ser querido al
que no quieren perder y por otro es el mismo ser querido a quien no quieren ver
sufrir. Ver cada día su empeoramiento, cuando ya ni los cuidados paliativos dan
el alivio deseado es desesperante, va menguando sus fuerzas y un poco van
muriendo con ellos. Hablar de estas cosas siempre resulta violento, es casi un
tema tabú en las familias que viven una situación así, pero no debería serlo.
Ante realidades y experiencias de mucha gente a lo largo de situaciones de este
tipo es hora de ver y aceptar, de comprender ¿Qué sentido podría tener alargar
una agonía? El enfermo debería poder decidir lo que quiere hacer y las familias
aprender a aceptar su decisión, el dolor ante su pérdida va a ser el mismo
pero, la agonía y el sufrimiento acabarán antes para ellos. Muchos hemos tenido
alguna vez que vivir en nuestras familias situaciones así, por desgracia las
enfermedades han existido, existen y existirán siempre, y sabemos lo duro que
es todo esto, la impotencia que sentimos al no poder hacer más por ayudar a ese
ser querido. La ciencia avanza y avanza, los logros son muchos pero no acaba
por vencer a esa terrible enfermedad que tanto tememos y que cada vez parece
extenderse más y más sin importarle edades, ojalá muy pronto se pueda acabar con
ella al cien por cien y que a la vez la palabra eutanasia caiga en el
olvido…Buen día amigos…
Septiembre
14 de 2013.
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