miércoles, 18 de junio de 2014

LA CASA DE LA INQUISICION






Josefa Falcón Abreu

En Icod residió siempre la Comisaría de Cruzada y el

Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de todo el partido

de Daute, compuesto de Comisario, Ministros calificados

y los empleos de Alguacil Mayor y Notario o Escribano, que

daba fé de sus resoluciones. (Emeterio Gutiérrez López)


La Inquisición (Tribunal del Santo Oficio) se creó para perseguir y castigar la herejí­a, pero en la práctica fue utilizada como un arma de represión religiosa y social. Sus sentencias se ejecutaban como autos de fe y eran llevados a la práctica en olor de multitudes para dar ejemplo y como medida persuasoria.

En este post nos vamos a centrar en los diferentes autos de fe o, mejor dicho, las torturas que sufrí­an los desgraciados:
•Flagelación: se desnudaba al reo hasta la cintura, dejando su torso al descubierto. Una vez hecho esto, el verdugo lo azotaba en la zona descubierta hasta que confesaba, o hasta que terminaba perdiendo el sentido.
•El potro: el potro consistí­a en una tabla, o rueda en muchos casos, sobre la que era apoyado el reo y atado de pies y manos por unas cuerdas que eran tensadas por medio de un torno. Ante las preguntas del tribunal, y obteniendo respuestas desfavorables, se iban tensando progresivamente las cuerdas para infringir dolor sobre el reo. En muchos casos se llegaba a la dislocación de las extremidades.
•La Cuerda: esta tortura consistí­a en una polea que era colgada del techo dentro de la sala de torturas; luego cogí­an al reo y le ataban las manos a la espalda, con una cuerda que pasaba por la polea. Una vez que estaba bien sujeto, el reo era elevado a dos e incluso hasta tres metros para luego dejarlo caer violentamente. El procedimiento se repetí­a hasta obtener la confesión, o hasta que el reo quedaba exhausto.
•Los carbones: para esta tortura se utilizaban carbones al rojo vivo, y eran aplicados en las zonas más sensibles del cuerpo. Los carbones eran aplicados mientras se encontraban al rojo vivo, a una temperatura de alrededor de 300 grados.
•La bota: este particular invento, constaba de dos maderas que se sujetaban a las pantorrillas del acusado, y al ser tensadas por un torniquete, se apretaban hasta hacer que el hueso crujiese. Por supuesto los condenados no contaban con tanta suerte, y hasta que el hueso se rompí­a, debí­an pasar largas horas de tortura.
•La cabra: uno de los más originales y perversos de todos los métodos empleados era el de la cabra. Consistí­a en bañar los pies del reo (que se encontraba atado) en agua salada. Acto seguido, se le acercaba una cabra a los pies. El animal comenzaba su lenta tarea de pasar su rugosa y áspera lengua lamiendo la planta de los pies del reo y, sin detenerse, seguí­a repitiendo este acto hasta que desollaba la piel, la carne y llegaba hasta el hueso. Esto aseguraba dolor no solamente en el momento de la tortura, sino que cuando el reo era llevado a su celda, no recibí­a ningún tipo de atención sanitaria. Por lo que no era raro que estas heridas se infectaran, y en muchos casos provocaran la muerte.
•El agua: la tortura del agua consistí­a en poner un embudo en la boca, y se les hací­a ingerir grandes cantidades de agua hasta casi reventar.

Importante personaje en esta etapa de Icod, sin duda fue Pérez del Cristo. Fué Beneficiado de la parroquia de San Marcos, en estesu pueblo natal y Ministro calificado y Comisario del Santo Oficio de la Inquisición. Fundó dos capellanías y falleció a los sesenta y seis años de edad el día 5 de Enero de 1705.

Al final si era condenado se ejecutaba la sentencia en el correspondiente Auto de Fé, dónde muchos de aquellos desgraciados eran condenados a la hoguera. La Sentencia de pena de muerte era ejecutada en los aledaños de la Catendral de Santa Ana en Las Palmas donde estaba El Alto Tribunal del Santo Oficio de Canarias
Junio de 2014.

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