sábado, 11 de octubre de 2014

SON DE COBRE LAS MONEDAS DEL POBRE


Cada vez que llega la época de vendimias me acuerdo de manera especial de mi padre…Él, como casi todos los hombres del campo de su época, también llevaba a cabo la vendimia de las uvas de su propia cosecha, de su viña, haciendo su propio vino. Para él era como una gran fiesta, una fiesta de duro trabajo eso si, pero se reunían tantos familiares y amigos para ayudarle que lo disfrutaba…En esas tierras era feliz, también sembraba papas, verduras y hortalizas y ello ayudaba a alimentar a su familia…Pero un día le llegó una noticia que le cayó como un mazazo, sus tierras de un extremo a otro iban a ser expropiadas para pasar por ellas una autovía…Yo aun era muy jovencita pero si lo suficientemente madura para darme cuenta de que aquello era muy malo para nuestra familia…Recuerdo que le dijeron:” Puede usted seguir cultivando sus tierras hasta que le avisemos”, y él lo hizo pero, fueron desleales con él, no hubo aviso, mi padre cuido su cosecha como siempre y justo cuando ya a las uvas les faltaba algo así como dos meses para ser vendimiadas llegó una cuadrilla de trabajadores mandados por quienes le habían dicho que le avisarían y metieron excavadoras y demás máquinas y en pocos días acabaron con los sueños de mi padre, con sus tierras, con su cosecha, con sus ilusiones….La impotencia que sintió se convirtió en rabia, en odio y rencor…y es que el abuso y la deslealtad despiertan en el ser humano esos sentimientos, pasar ese trance no fue fácil, con el paso de los años esa herida fue cerrando pero nunca, nunca cicatrizó y ni él lo perdonó ni su familia lo hemos perdonado…..Josefa Falcón….

Octubre de 2014.

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