PRÓLOGO
Este libro "La Historia de
Santa Cruz de Tenerife" de los jóvenes historiadores María Jesús Luis
Yanes y José María Sánchez Hernández conjuga un estilo directo, claro y
sencillo con una ardua labor en archivos
con el objeto de presentar al lector, al ciudadano, al alumno y al maestro de forma monográfica, recorriendo la geografía municipal, las principales claves del
desarrollo histórico del Menceyato de
Anaga al moderno Santa Cruz en los albores del siglo XXI.
Esta monografía
histórica presenta, además, como gran reto el contribuir a la recuperación, revalorización y dinamización de nuestra memoria histórica más cercana: la local o
municipal. Al mismo tiempo que pretende
estimular su divulgación al destacar y rescatar todos aquellos aspectos relevantes de la historia local que hasta el momento por diversos motivos ha permanecido
olvidada y marginada.
Este es un libro donde sus autores han
superado con creces la dificultad que
encierra afrontar la reconstrucción histórica de un espacio geográfico, como Santa Cruz de Tenerife, definido por una rica y clásica producción bibliográfica que reduce y
merma significativamente la aportación inédita. En
este sentido, los autores no sólo nos ofrecen
un esquema diferente, nos aportan aspectos novedosos sino que incluso ponen de
manifiesto, o mejor dicho, sugieren implícitamente una revisión crítica de las
producciones historiográficas de que hasta el momento disponemos, además de rectificar ciertos errores y aclarar otras
imprecisiones.
A través de sus páginas, este libro pasa revista a
los aspectos y elementos más variados que han intervenido y configurado el proceso histórico de la actual capital tinerfeña. Se
inicia, cómo no, estudiando su medio físico, su localización
y ubicación con respecto al marco insular,
sus características climáticas, faunísticas, etc. Posteriormente se adentra en el estudio de la sociedad aborigen, el Menceyato de Anaga, las expediciones de saqueo y
conquista para conducirnos, en el tercer
capítulo, a la fase colonizadora de los siglos XVI y XVII, caracterizada por el
repartimiento de tierra, la implantación de
una nueva sociedad y la configuración de Santa Cruz como puerto de la contigua ciudad de La Laguna y como baluarte
defensivo de la Isla.
El siglo XVIII marca la fase del despegue del Puerto y Plaza de
Santa Cruz, que se consolidará en la centuria posterior, definido por su carácter abierto, producto, sin duda, de unas
intensas relaciones comerciales y
vinculada a la propia dependencia exterior de la economía insular. Desde el punto de vista
institucional-administrativo, el siglo XVín
supuso el establecimiento de instituciones de Gobierno tan importantes como la Capitanía General
y fue el momento en que la burguesía
comercial chicharrera se decidió a luchar abiertamente por controlar los resortes del poder local frente al
Cabildo de la Isla
y más tarde pugnaría por la hegemonía en el
Archipiélago.
Sin embargo, sería en el siglo
XIX cuando se produce el gran y definitivo crecimiento. Santa Cruz, Villa desde 1803, se erige en Capital provincial de forma provisional en 1813 y,
por último, obtiene el título de Ciudad en
1859. Títulos que no hacen más que reflejar el
grado de desarrollo experimentado y que determinaría la articulación de la posterior fisonomía de la Ciudad. De esta manera llegamos hasta el dinámico y trepidante siglo XX, con el auge de las organizaciones
obreras y partidos políticos, el crecimiento demográfico,
las incidencias y repercusiones internacionales en la vida local, los cambios políticos, etc., hasta
acercarnos al periodo más reciente.
Los capítulos siguientes se
detienen en estudiar la evolución del puerto,
la expansión y el desarrollo urbanístico, el conjunto patrimonial arquitectónico-escultórico, las
manifestaciones e instituciones culturales y sus
fiestas tradicionales. Por último, la obra se completa con una aportación de materiales históricos de especial
interés con un fin esencialmente didáctico,
compuesto por un eje cronológico de los
acontecimientos relevantes y una selección de textos históricos que cubre desde un punto de vista temporal algunos de los principales temas que han configurado a lo
largo del tiempo el moderno y actual Santa Cruz
de Tenerife.
En definitiva pues, estamos ante un libro muy
completo, bien estructurado y de alta
divulgación. Ya sólo me resta, para concluir estas líneas introductorias, mostrar mi agradecimiento y felicitación a los autores de esta monografía por el excelente
trabaj o realizado e invitar al lector a
adentrarse en las páginas que siguen, donde encontrará, sin duda, algo más que
un pasado alejado, difuso y anecdótico. Creo,
sinceramente, que este libro no sólo se convertirá en una hermosa herramienta cultural que nos conducirá a descubrir y valorar nuestro pasado, a comprender mejor la
sociedad que nos ha tocado vivir sino
que irá más allá en el tiempo. En tus manos, en la lectura, encontrarás las respuestas.
J.M. Castellano Gil
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