Josefa Falcón Abreu
Viviendas, sepulcros, construcciones públicas y mobiliario, en la vida de
nuestros antepasados...
Cuevas y Chozas
Eran fundamentalmente cuevas naturales. El terreno volcánico de Canarias
facilitaba ese tipo de vivienda. Sus lugares preferidos son los acantilados y
los márgenes de los barrancos, con preferencia cerca de la desembocadura. Se
puede decir que llegan a formar verdaderos poblados.
La vida de la familia o del grupo se hacía a la entrada, en lugar iluminado
y aireado. Ahí se encuentra el «fogal», con tres piedras, a fin de que el humo
no penetre en el interior. Solían construir un muro a la entrada para mejor
protección, dejando un hueco para el paso.
En las montañas los pastores construyen para la época estival cabañas y
abrigos aprovechando las paredes del terreno. Hay que pensar que la vivienda en
choza era también construida en la costa, aunque la cueva reúne una serie de
ventajas para ser preferida sobre la choza: mayor consistencia, más fresco en
el verano y más calor en el invierno.
Cueva de Los Cabezazos, Bco. del Agua de Dios (Tegueste).
¿Las casas de todas las islas eran iguales? ¿Cómo eran las viviendas de las
islas orientales? ¿Presentaban alguna característica peculiar?
Casas de las islas orientales
Respecto a Gran Canaria, destacan las viviendas labradas en la toba que
indican la afluencia de culturas posteriores. También se encuentran casas de
muro y con plantas cruciformes y de otros tipos. Hay bellas decoraciones
geométricas en blanco, rojo, ocre, gris y negro. El ajuar de estas casas es muy
rico: cerámica pintada, trituradores, molinos giratorios, pintaderas, tejidos
vegetales, enseres de piedra tallada y utensilios de hueso.
En Lanzarote nos encontramos con un tipo de casa muy peculiar: «La casa
honda», que es una cueva subterránea aprovechando el terreno volcánico del
«malpaís». Frecuentemente consta de una boca de entrada y otra de salida. La
altura de estas casas es muy pequeña, de 1 a 1,3 metros, por lo que la vida en
ella se desenvolvía en cuclillas. También existían casas de superficie.
Ya en esa época, los antiguos pobladores adornaban sus hogares con muebles,
aunque de carácter bastante rudimentario. ¿Cómo era este mobiliario?
El mobiliario de las viviendas de las islas occidentales era elemental y
formado de piedra. No se conoce ningún mueble de madera. De madera conocemos
los cayados, bastones y armas arrojadizas, así como algunas vasijas al estilo
de las de cerámica.
En torno al hogar, en la parte más iluminada y exterior de la cueva, solían
colocar varios asientos de lajas. También se suelen encontrar en un lugar más
recogido de la cueva en forma de círculo. Como mesa se utilizaba una gran laja,
colocada sobre un amontonamiento de piedras. Para colocar las vasijas y otros
utensilios, a modo de estantería, se aprovechaban las repisas naturales de la
cueva.
Las camas estaban formadas por un murete de piedra seca en la parte de la
cabeza, de los pies y de un costado, siendo el otro, la pared natural de la
cueva. El espacio para tumbarse iba relleno de una primera capa de «cascajo» o
piedra menuda, que se recubría de una segunda capa de hierbas secas.
Los asientos se cubrían de pieles y también de pieles eran las sábanas o
mantas para cubrirse en la cama.
En Gran Canaria, como consecuencia de culturas posteriores, se enriquece el
ajuar y el mobiliario. Se construyen biombos de caña y esteras de palma.
Recipientes de madera.
¿Cómo enterraban a los muertos? ¿En las mismas cuevas donde vivían?
En cuevas semejantes a las habitadas se depositaba a los muertos. Estas
cuevas sepulcrales suelen estar en la zona más alta del acantilado, en lugares
casi inaccesibles, o bien en el extremo de los barrancos, lejos del poblado.
Tales cuevas eran utilizadas muchas veces para distintos cadáveres. Éstos
pueden estar o no momificados; lo que parece depender de la categoría social
del muerto.
Hay que citar, como elementos constructivos funerarios de culturas
posteriores, los túmulos en Gran Canaria. Los hay de un piso o formando
graderíos. Los más simples forman un amontonamiento de piedras troncocónico.
Los más complejos tienen gradas y torreones. El cadáver se coloca en una cista
debajo de la tierra. Algunas veces cubierta de lajas. En otros casos, como en
el Cascajo de Las Nieves (Agaete), en lugar de una cista, se encontró un ataúd
de tronco de pino.
Este tipo de enterramiento aparece especialmente en la costa y asociado a
las viviendas con plantas cruciformes, cuadrangulares, etc.
Ataúd de madera. Maipez de Abajo, Agaete.
Además de las cuevas habitación y sepulcrales, ¿qué otras construcciones
realizaban los antiguos pobladores guanches?
Tagoror.—Construcción de planta circular u oval, rodeada de un pequeño muro
de piedra seca. En su interior se reunían los ancianos o consejeros del jefe
para deliberar sobre cuestiones políticas o de justicia. El mejor conservado,
actualmente, es el de El Julan, en El Hierro. En los momentos festivos o
solemnes se solía adornar con ramas y flores.
Taro.—Es una construcción también circular, que no tiene más de dos metros
de diámetro. Es voz aborigen de uso actual. El fin de su construcción parece
ser refugio de pastores, lugar de vigilancia o «torre de curiosos». Según
Álvarez Delgado, la voz tarute, citada por los cronistas como mensajero,
embajador, nuncio..., equivale literalmente a torrero, avisador, mensajero.
Este tipo de yacimiento se encuentra en varios sitios de Tenerife y de El
Hierro.
Efequén.—En Fuerteventura, templo o lugar destinado al culto. Parece ser que
se trataba de dos muros concéntricos con entrada principal. En el centro
figuraba la imagen del dios y allí se hacían ofrendas de manteca y leche.
Almogaren.—Templo edificado en piedra en Gran Canaria. Eran famosos el de
Tirma y el de Umiaya, en
la
Caldera de Tirajana. Hoy día se conserva bastante bien el de
la Montaña de Tauro, con tres
dependencias (25).
Agadires.—Se trataba de graneros colectivos que perdura en Gran Canaria.
Ejemplo de esto es el famoso Cenobio de Valerón, que hasta hace poco era
considerado como una especie de convento femenino.
«Queseras».—Sigue siendo un misterio la función de esos canales trabajados
en la roca que aparecen en Lanzarote. Se les suele considerar como lugar de
ritos religiosos, donde se derramaba leche. Otros han visto un medio para
apresar el agua, pero esto no es adecuado teniendo en cuenta que están abiertos
por los extremos. Otros han pensado en lugar de trabajo en común. Pero nada de
esto es claro. Sabemos que en el N de África, concretamente en Marruecos,
abunda este tipo de construcción y tampoco se conoce su significado (7).
Maretas.—Es otra construcción destinada a la recogida de las aguas
pluviales.
1 Cueva de los Cabezazos-Barranco del Agua de Dios-Tegueste
2 Ataúd de madera-Maipez de Abajo-Agaete
3 Canaletas en la roca llamadas Queseras-Lanzarote.
Agosto de 2014.