domingo, 31 de marzo de 2013
RELIGION Y MITO DE LOS ANTIGUOS CANARIOS
Nota a
esta edición
Los autores queremos dejar constancia en estas líneas del sentido de "recopilación abierta" que caracteriza
a la obra que el lector tiene en sus manos. Muchas son las
fuentes exploradas para extraer todas aquellas referencias atinentes —plena o
tangencial-mente— a los modos y costumbres
de los antiguos canarios, especialmente
los vinculados a sus prácticas religiosas. Pero, sin duda, podrá notarse
la ausencia de algunas referencias.
Bien es cierto
que toda recopilación resulta parcial por definición pero en este caso lo es,
además, porque la perspectiva teórica
aplicada dejó, quizás, fuera del trabajo ciertos textos, bien porque sobrepasaban los límites temporales que nos
habíamos planteado, bien porque no nos parecieron informaciones fiables o
porque no podían relacionarse con claridad con el tema de la investigación. Así, por ejemplo, los lindes
temporales de este trabajo se
encuentran en torno a los años finales del siglo XVII, con las obras de Cedeño y de López de Ulloa.
Se observará que el autor más reciente citado
en el libro es Tomás Arias Marín de Cubas, de quien no recogemos sus
abundantes referencias a la religión de los antiguos canarios, antes bien,
incluimos sólo un fragmento referente a un mito, y lo hacemos por el carácter
especial de la información que aporta, pero dejamos fuera el resto de sus
referencias porque son sólo copia de textos de escritores precedentes. Esperamos que esta obra pueda aportar
a los lectores una perspectiva amplia de la religión de los primeros
habitantes de las Islas, y una perspectiva,
además, de primera mano, a través de
la lectura misma de las fuentes.
Por otra parte, no podemos olvidar que la
realización de este trabajo no habría sido
posible sin la inestimable colaboración del historiador Ulises Ramos Cordero
quien, con su tesón, su perspectiva crítica y su agudeza prácticamente
arqueológica contribuyó al rastreo y
clasificación de muchos de los textos que en este libro se presentan.
CULTURA,POLITICA Y RELIGION
PRÓLOGO
D. J. Ma. Ga.
Gómez-Meras
El 11 de septiembre de 2001, al mediodía,
cuando las familias departían alrededor de la mesa, unas imágenes de televisión
cortaron las palabras y el aliento.
¿Realidad o ficción? ¿Intermedio publicitario de la Guerra
de las Galaxias de turno? Primero fue la sorpresa, después la
incredulidad, en seguida la duda, pronto la certeza. Una pregunta angustiosa acudió a la boca ¿inicio de la
tercera guerra mundial? No. Se
trataba de la acción terrorista más espectacular, atrevida y cruenta
cometida hasta el presente. Sus objetivos eran los centros de poder económico, militar y político de la potencia
hegemónica: los EE. UU. de América. Y
a continuación desfilaron por la pequeña pantalla escenas de pánico, horror, tragedia y solidaridad.
Lo que vino después, no precisa
ser recordado. Son episodios de aquella
misma desventurada aventura, que Th. Adorno, a mediados del siglo XX,
calificaba como experiencias trágicas de la
barbarie: los nuevos rostros de la
guerra, la inseguridad e intolerancia en la vida cotidiana, los fenómenos de terrorismo, sea en versión fundamentalista
religiosa, sea en forma de
nacionalismo exasperado. En esa metamorfosis del conflicto encajan la guerra
de Afganistán, la nueva Intifada, el fracaso de las vías diplomáticas en el problema de Irak, la
debilidad de la ONU
para encontrar soluciones, la erosión de la unidad de Europa y el último episodio trágico: la segunda guerra
del Golfo y las trágicas e
incontrolables secuelas de la misma.
Una pregunta inquietante,
sin embargo, acosa a las mentes: ¿por qué suceden estas cosas?
A finales del siglo XX, tras la caída del muro de Berlín, el panorama internacional presagiaba tiempos tranquilos. El
enfrentamiento entre los Bloques quedaba atrás, la
democracia ampliaba sus fronteras, el
desarrollo económico evolucionaba con ritmos razonables y buena parte de los litigios post-coloniales eran
desactivados. Incluso algu-[…]
OSARIO
Martín Rodríguez León
Hoy viene a mi memoria un caso de los muchos que habrán pasado en nuestras islas ;hace aproximadamente unos 67años ,mi madre y su hermano tenían unos 10años y jugaban como cualquier niño a esa edad,cerca de un barranco a la altura de lo que hoy conocemos como TABAIBA ,viendo un conejo meterse en una cueva de entrada pequeña ,como niños que eran corrieron detrás del conejo y al entrar en la pequeña cavidad se encontraron que dentro era muy alta y amplia ,a medida que los ojos se fueron adaptando a la oscuridad de la cueva ,se dieron cuenta que estaban rodeados de esqueletos ,según mi madre y ensueño día mi tío me dijeron que estaban muchos sentados ,incluso habían algunos que tenían en sus brazos lo que parecían restos de niños ,otros parecían que se retorcida de dolor ante esa imagen macabra para dos niños ,corrieron asustados dando parte a los padres y estos a su vez a la guardia civil .al par de horas hicieron acto de presencia ,los de la sotana negra,y los de los tricornios,el de la sotana negra hizo su ritual con agua bendita y todo y los de los tricornios controlaban el trabajo de sacar todos aquellos restos que según dicen abría más de 60 o 70 restos incluidos niños ,eL trabajo científico se limitó a coger todos los huesos,no dejaron ni un sólo cuerpo entero y meterlos a granel en cajas donde al otro día le dieron cristiana?sepultura en una fosa común ,según se dice murieron de hambre antes de someterse a los colonizadores ,
LOS ENAMORADOS DE LA OSA MENOR
PROLOGO
Se cumplen ahora cuarenta y dos
años desde que M. Ponsich y M.Tarradell publicaran su pionera obra sobre las industrias de
salazones titulada "Garum
et industries antiques de salo/son dans la Méditermnée accidéntale". Desde entonces los avances en
las investigaciones en este campo han sido tan numerosas y decisivas, que hoy día contamos con un panorama bastante completo
acerca de los orígenes, producción, comercialización y consumo de estos
productos pesqueros.
Dentro de este ámbito geohistórico,
la Bahía de Cádiz se presenta como el eje sobre el que se articulan las investigaciones científicas
en relación a las
industrias pesquera y conservera durante la protohistoria. Son las huellas gaditanas prácticamente
los únicos referentes arqueológicos conocidos y publicados hasta ahora, que nos informan de los inicios
de estas actividades y de sus distintos procesos económicos.
Pero estos aceptables
conocimientos sobre la pesca y los recursos del mar se incrementan ahora notablemente
con las importantes aportaciones que desde la arqueología canaria nos ofrecen los autores de esta obra que me honra
prologar gracias a su generosidad y amistad.
Sin duda el descubrimiento y
publicación en 1995 de la
Piedra Zanata, una representación en piedra de un túnido,
supuso en aquel entonces la base para plantear por los autores de esta obra una novedosa
teoría sobre el poblamiento antiguo del archipiélago canario, al defender como el potencial piscícola
y el control de estos productos por fenicios y púnicos, habían incidido de manera
esencial en el poblamiento de las islas. En este trabajo los autores ya
relacionaban por primera vez las ánforas canarias con la pesca de escómbridos y más directamente con Gadir, a través
del reconocimiento de formas gaditanas en algunas ánforas de Tenerife. Esto sin duda
supuso una gran novedad en el hermético campo de la investigación arqueológica canaria.
A partir de esta publicación los autores han dado a
conocer diversos aspectos de la historia y
arqueología canaria en relación a diversas
cuestiones de la pesca y la explotación de los recursos del mar
Las recopilación de toda la
documentación sobre asentamientos insulares, lugares de habitación, estaciones con
grabados rupestres de embarcaciones y ambientes funerarios, revisando los
enclaves ya estudiados,
así como los materiales arqueológicos existentes en los fondos de las colecciones museísticas
canarias, permiten a los autores plantear en esta obra nuevas interpretaciones y
relecturas críticas, no ya sólo sobre aspectos relacionados con la pesca y sus
derivados, sino también sobre el poblamiento del archipiélago. […]
LA RELIGIÓN DE LOS BENAHORITAS
INTRODUCCIÓN
Como todo libro, este se ha encontrado con una serie de dificultades para su elaboración, en unos casos porque no hemos
podido contar con la documentación suficiente y,
en otros muchos, porque han faltado estudios
monográficos parciales sobre los que basarse para su redacción. Una buena parte de ello se ha suplido gracias a los
hallazgos arqueológicos producidos en esta
isla en las últimas décadas, y sobre todo al conocimiento que de ellos posee Jorge Pais Pais, uno de los
autores del libro.
Una de las dificultades que de seguro se encontrará el lector es que
en muchas ocasiones la información
resulta demasiado descriptiva y falta de las necesarias interpretaciones. Es cierto. Pero no siempre hemos
podido avanzar más allá de la presentación
objetiva de los datos, porque nos han faltado aspectos claves para trascender un poco más. Lo hemos hecho siempre
que hemos podido, haciendo uso también de lo que
en las últimas décadas se ha ido conociendo sobre el imaginario de las culturas
canarias. Los autores confían que en los próximos
años se pueda avanzar más en este campo del conocimiento, a medida que algunos de los aspectos que aquí se
proponen puedan ser mejor contrastados, y se puedan interpretar otros muchos
que ahora no han pasado del nivel
descriptivo.
Entre los muchos temas que no se han estudiado en esta obra se hallan
todos los relativos a los procesos de transformación religiosa acaecidos
entre los be-nahoaritas después de la
conquista castellana de la isla. Son aspectos, sin duda relevantes, porque a través de ellos podemos
entender también sus creencias más
antiguas. Esperemos que el avance del conocimiento nos ayude a entender mejor en el futuro estas cuestiones que son,
sin duda, de un extraordinario interés.
El
libro tiene como precedentes los autores que han trabajado sobre la isla de La
Palma que en sus publicaciones han ido abordando, aunque de
una manera somera, algunas cuestiones relacionadas
con el siempre problemático mundo de las
creencias en las sociedades antiguas. Autores como Juan Álvarez, L.D. Cuscoy, Antonio Beltrán o Mauro Hernández,
Ernesto Martín, Juan F. Navarro, F. Jorge
Pais, han sugerido aspectos muy interesantes que han sido muy importantes en la preparación de este libro, del mismo modo
que la investigación realizada por Miguel Martín González, cuyos trabajos
se pueden considerar pioneros en los
estudios de la religión de los antiguos habitantes de La Palma.
Este trabajo ha
podido ver la luz gracias a la invitación que nos realizó la Fundación para el Desarrollo y la Cultura Ambiental
de La Palma, a
su presidente Mauro Fernández y al
director de la
Universidad Ambiental de La Palma
José León García
Rodríguez, sin cuya ayuda y ánimos seguramente no nos hubiéramos animado
a esta aventura científica, aunque, como suele suceder, a la postre ha merecido la pena, a pesar de todas las carencias
que hay en ella. Y de manera muy
especial a Jesús Sosa Rodríguez, siempre atento a todos los detalles técnicos en las tomas de las
fotografías y en el asesoramiento informático.
Hacemos la advertencia a los lectores sobre el uso del etnónimo
benahoaritas que explicamos en otro apartado, pero como quiera que el nombre
antiguo de la isla era Benahoare, nos ha
parecido mejor su uso que el de auaritas, aunque a la postre viene a ser lo mismo, ya que en realidad
se trata de una denominación castellanizada,
muy alejada de su nombre primitivo que podría ser el de auara o awara, que coincidiría mejor con su
denominación antigua.
Descolonización e independencia ¡Ya!
JAIME
MORERA
26/mar/13
01:23
7007
votos
Basta sólo una simple ojeada
al mapa del continente africano, para claramente ver y distinguir que nuestro
Archipiélago canario es una entidad geográfica propia y aparte, que resalta
independiente en las costas atlánticas del noroeste de dicho continente. Como
tal debería ser fundamentalmente reconocido y tratado, en bien de África,
Europa y, principalmente, de la mima España, la cual desde hace casi seis
largos y penosos siglos nos tiene políticamente cautivos e inmovilizados,
impidiendo todo desarrollo y actividad económica productiva e independiente que
pueda debilitar la subordinación y dependencia de su hegemonía colonial sobre
nuestras islas.
España no nos deja producir
nada propio, obligándonos a consumir productos de afuera -generalmente de peor
calidad que los canarios- ventajistamente subvencionados en nuestra contra,
desde su lugar de origen y por partida doble luego al llegar a Canarias, en
gran perjuicio de la producción de nuestro país isleño, causando ruina y atraso
en nuestro desarrollo y, como consecuencia, pobreza y miseria.
El persistente
empecinamiento anacrónico, irracional y retrógrado del colonialismo español, de
estar pegado a Canarias como una garrapata y parásita sanguijuela, que
constantemente nos explota y debilita, trae como siniestra consecuencia que el
voraz expansionismo del imperio marroquí tenga gratuitamente en su poder
nuestra zona marítima y aérea, raptándonos e impidiendo que seamos una gran
potencia oceánica que como Archipiélago nos corresponde, con todas las ventajas
y enorme caudal de riqueza que para nuestras islas que ello supondría.
Nuestras islas necesitan con
urgencia la legalidad de la independencia para que su población nativa tenga el
título de propiedad y soberanía sobre su propio territorio isleño que, por
elemental justicia, le corresponde y, lo que es muy importante, para ser
reconocidos ante el mundo como país y como nación y tener la indispensable y
fundamental capacidad de gobernarnos desde Canarias y para Canarias, lo que nos
permitiría hacer tratados bilaterales con la misma España, la UE y el resto de la comunidad
internacional de países, de igual a igual; sin inferioridad, sin vasallaje ni
subordinación alguna, ni perjuicio para nuestro progreso económico y avance
social.
La obstinada prolongación
del estatus quo colonial, en la dinámica innovadora y de cambios profundos del
siglo y la época en que vivimos, es simplemente insostenible y suicida; no
importa de la forma o manera que el colonialismo pretenda disfrazar ni camuflar
para engañar a la comunidad internacional, lo cierto es que inexorablemente nos
está llevando día a día paulatinamente a nuestra destrucción, a la que estamos
abocados si permanecemos impasibles y no llevamos nuestra lucha emancipadora
hasta que seamos libres e independientes.
España no nos deja
producir nada propio, obligándonos a consumir productos de afuera, generalmente
de peor calidad.
Tomado
del periódico El Dia, edición 26 de
marzo de 2013.
viernes, 29 de marzo de 2013
LAS PIRAMIDES DE CANARIAS Y EL VALLE SAGRADO DE GÚÍMAR
PROLOGO
Las Pirámides de Canarias y el Valle Sagrado de Güímar, es un trabajo
apasionado sobre el cual, los autores me han invitado a que sobre él, escriba el prólogo. Un prólogo es dar al lector la noticia de una obra, y
esta acción histórica, etnográfica y toponímica que
invito a leer es producto de la ansiedad de Emiliano Enrique
Bethencourt Miranda, de Francisco Pablo De
Lúea López y de Francisco Enrique Perera Santana. Ansiedad por nuestra identidad. Lo escrito es una crónica que recorre al hombre
desde su cuna africana, desde Lucy y los Suyos:
Australopithecus afarensis, con una edad aproximada de 20 años y de uno veinte
m. hallada en Hadar (en el Afar, al noroeste de
Etiopía). El primer homínido erguido. Tres millones de años. ¿Y después qué?
La lenta evolución. El largo caminar. ¿Por qué el
hombre? Todavía no lo sabemos ¿Fue el hombre siempre hombre o meramente un proceso evolutivo? ¿Es suficiente la teoría del cazador-depredador y de ahí el crecimiento de su cerebro y el salto
cualitativo como manipulador de instrumentos? la cultura.
¿Es suficiente y nos deja plenamente satisfechos? Tal vez
no. Lo que sí es cierto es que el hombre como
hombre ha estado, ha vivido en estado de ansiedad. Sin fuego vivió en la
oscuridad y sin escritura, no pudo dejar huella de su quehacer, de su experiencia, pero allá ente el III y IV milenio
antes de nuestra era, aprendió a escribir. Antes había
recorrido un espacio enorme, un tiempo extraordinario,
con su revolución neolítica, para no "vivir al día"o en precario. Se
hizo agricultor, domesticador de animales, artista con la cerámica, dibujante. Se organizó y comenzó a fijar sus conocimientos por
escrito. Constancias grabadas y crónicas de lo que
aprendía para dejarlas como huellas fundamentales tras de
sí. Recopiló datos. Algo más trascendente que la
mera memoria. La escritura, pues, fue un instrumento técnico para sobre él
levantar una jerarquía: sociedades con individuos que mandan y con otros que obedecen, y sobre este dilatado proceso de centenares de
milenios, de complejos y extraordinarios
acontecimientos, de orden y desorden, descansa nuestra
civilización occidental. "Primitivo y civilizado". Jefes y esclavos. Colonizadores y colonizados. Constructores y destructores.
Esta crónica de la prehistoria y de la
historia que tenemos delante, está escrita, narrada con la
pasión razonada por saber qué somos, de dónde venimos
y qué nos queda. Los primitivos pobladores de las islas Canarias, no pudieron escapar a la dinámica de la historia porque el
devenir de los pueblos "está escrito". Las
sociedades humanas están sometidas al imperio
del más fuerte, sometidas a aquellos que acumularon más experiencia y más
objetos prácticos. Las sociedades humanas también se sometieron a la Naturaleza: los cambios
climáticos que marcaron los grandes desplazamientos de los pueblos, que les
obligó a cambiar de aires, a ser navegantes y nómadas. El hombre es Naturaleza,
sol y agua. No hubieran sido posibles las grandes
civilizaciones sin agua. El culto al Sol y a la
lluvia: los mitos. Lo sagrado. La elevación de formas para adorar, sacrificar y pedir a los dioses piedad y clemencia. La Naturaleza como madre con sus secretos. La
Naturaleza como obediencia. Vivimos en plena so-fisticación pero la tecnología por sí sola no es suficiente desde el
punto de vista "utilitario". Alejarse de la Naturaleza es un
"suicidio masivo", y en eso andamos. Tal vez se
nos haya dado la última oportunidad. Hay serios avisos
que reclaman nuestra atención: la tala masiva de bosques. El ozono protector.
El calentamiento de la
Tierra. Vivimos sin mitos y sin leyendas. Los ancianos "no tienen nada que decirnos". Estorban. La
materia cuyo símbolo es el dinero se ha convertido en el
"valore máximum". Tener y no ser.
La Tierra es un préstamo y no un
dominio. Lo queremos todo hoy. Acabamos con todo hoy. El
Planeta Tierra es nuestra única morada posi-[…]
ABORA
¡Ñamaña amógotyove...
Kuarah_pe! ¡Mirar más allá... al Sol!
En primer lugar quiero agradecer, de todo
corazón, a Miguel con su incansable compañera Inés y a sus entusiastas
retoños, Yeray, Gara e Inés, por su testimonio de vida y compromiso en familia, por su "modo indígena" de vivir,
celebrar y asumir la vida -poco frecuente y sin
embargo tan necesarios en estas latitudes y contexto histórico-. Gracias por
ayudarnos, con esta rigurosa y osada investigación, a mirar más allá..., hacia
donde los pueblos originarios de nuestras islas, como
muchos otros pueblos originarios del mundo, miraban en sus rituales y
celebraciones, para bañarse en el sentido más profundo de su existencia.
Llevo en Suramérica más de 21 años. Cuando
llegué a Paraguay (1985) comencé a acercarme al mundo y cultura guaraní. Me
quedaba muy admirado y sorprendido con toda aquella
realidad exótica y nueva, totalmente desconocida para mí... Sin embargo, mi
mirada era muy corta y miope. Con mi recién terminada
formación ("deformación") de físico, todo lo que oía, veía, tocaba,
olía, probaba y sentía, absolutamente todo, lo quería medir, pesar, cuantificar y registrar en mis notas y memorias de campo con el más
exigente rigor científico... Mi flamante
"deformación" de físico no me permitía mirar más allá...
Recuerdo la primera vez que participé en un
ñembo'e puku (fiesta donde se canta y danza
la "oración larga"), con el pueblo guaraní Pai Tavytera, en la
comunidad Cero Guasu de Amambay, frontera de Paraguay con Brasil. En mis notas
de campo recogía: Desde muy lejos, saliendo de las entrañas
profundas de la selva, se escuchaba el agudo canto de las mimbi (pequeñas flautas sagradas) convocando al pueblo para el ñembo'e
puku... ¡Todo mi ser se estremecía con aquella
llamada! A unos quinientos metros del lugar de celebración, en medio de las
sendas del bosque que nos llevaban hasta la gran oga marangatu (casa de
celebración), habían troncos pintados de rojo señalando la
entrada al espacio sagrado. Era el lugar del jeguaka
(adorno) donde unos niños, muy alegres y adornados con pinturas, collares,
brazaletes y pluma, nos sacaban las mochilas, nos
descalzaban, nos adornaban y pintaban las mejillas con el rojo intenso del
uruku (planta de cuyas semillas se saca este pigmento). Nos preparaban para
entrar y pisar en el recinto sagrado, nos adornaban para la fiesta y danzar descalzos el ñembo'e puku. Nos recibieron las autoridades que estaban
sentadas al lado del mba'e marangatu (especie de
altar), donde colocaban los instrumentos rituales sagrados: mba-raka, takuapu, yvyra... (maracas, troncos de bambú y bastones). Frente
a ellos nos invitaban a hacer una reverencia y luego
el paje (chaman) nos bendecía y nos invitaba a tomar kanguy (chicha, bebida tradicional
de maíz fermentado).
Al final de la tarde, cuando iniciaba la caída
del kuarahy (sol), fuera de la casa sagrada, iniciaban los cantos y las
danzas. Al ponerse el sol todos entraban en la oga marangatu. Toda la noche cantando y danzando sin parar, en rigurosa formación:
los hombres delante con sus maraka e yvyra, las
mujeres detrás con sus takuapu golpeando rítmicamente el suelo... Toda la selva retumbaba sobrecogida con aquel canto-oración y ritmo
sagrado... Todo el ritual terminaba al amanecer...
Aquella primera experiencia la viví sobrecogido, entre asustado y admirado. Midiendo y registrando, cuidadosa y rigurosamente, todo lo
que mis pobres y miopes ojos alcanzaban a ver.
Solamente años después, corrigiendo la miopía de la
física y ampliando sus horizontes con la filosofía, teología
y antropología, y sobre todo con la ayuda de los propios guaraní, pude comprender
mejor aquella primera experiencia mirando un poco más allá... Los guaraní Pai
Tavytera, cantando y danzando-marchando, rememoraban el sentido de toda su existencia
e historia: Desde que fueron creados por Ñande Ru Guasu (Nuestro Padre Grande)
en los tiempos inmemorables, fuera de la
casa. El canto y la danza se iniciaban a la caída del sol, fuera de la
casa sagrada, y todos de espaldas al sol. A continuación, se pasaba por esta
vida, dentro de la casa. La puerta principal
de entrada de la oga marangatu estaba orientada al poniente. Kuarahy oikevo (al ponerse el sol) todos
entrábamos por ella y durante toda la noche se danzaba dentro de la casa
en una simbólica y organizada marcha, siempre mirando al naciente... Al final de
su caminar histórico donde vuelven a Ñande Ru Guasu, fuera de la casa. El
ritual terminaba kuarahy osevo (al salir el sol, al amanecer).
Además,
con el pobre conocimiento de la lengua guaraní que tenía en aquel tiempo, no
conseguí entender el contenido y sentido del canto, ni de aquella danza-marcha
continua, desde la entrada hasta la salida del sol, donde celebraban y
socializaban toda su existencia e historia. Unos 15 años más tarde, a unos 4
mil Km de distancia, al norte de los Pai Tavytera, en pleno corazón de la selva amazónica, un paje del pueblo indígena
Sateré-Mawé, me comentaba lamentándose de la actitud de unos agentes de salud
(no indígenas) que habían venido a la aldea para atender unos casos de salud:
"Ellos no saben mirar más allá de su microscopio, de su termómetro, de su
balanza y cinta métrica... Ellos toman esas medidas, dan las pastillas y
se van... No se quedan a nuestras fiestas de tukandera (hormiga venenosa utilizada en el ritual de iniciación masculino),
donde danzamos todos juntos entrelazando nuestros brazos y entonando
nuestros cantos, bañándonos de luna toda la noche e iluminándonos de sol al despuntar el día... Ellos no
comprenden que ahí se cura toda nuestra comunidad armonizándose entre
sí, con la naturaleza y con todos los seres del firmamento... ¡Los agentes de
salud llegan, miden y se van! No se quedan con nosotros a bañarse de luna e iluminarse de sol... Por eso no consiguen mirar más
allá..."
Hoy, en nuestro contexto histórico, la
historia se repite. Sin esa humilde capacidad para "mirar más allá"
es imposible comprender a nuestros pueblos originarios de hoy o de ayer. Necesitamos superar la orgullosa "monocultura
cientificista-positivista occidental", para abrirnos humildemente a una
"ecología de saberes milenarios".
Al acompañar a los amigos investigadores de
este trabajo en alguna de sus visitas "in situ", muchas veces he
recordado lo que continuamente nos repetía el profesor de antropología cultural:
"El antropólogo no debe usar el signo de exclamación (¡qué barbaridad!) y
sí el de interrogación (¿por qué lo hacen
así?)". Y también han resonado en mi las profundas palabras del filósofo:
"El corazón (la intuición) tiene razones que la razón desconoce". Los
autores de este valiosísimo trabajo,
con pasión y aguda intuición apuntan "intuiciones que la razón desconoce"; y con profunda humildad y tenaz
esfuerzo, dan luces para algunos "por qué" que nuestros
antepasados isleños nos legaron.
Con profundo cariño y respeto quiero agradecer a
todos estos amigos por el esfuerzo de
ayudarnos a alargar nuestra mirada, hasta donde alcanzaban a ver nuestros
"abuelos originarios":
¡Mirar más allá... al Sol".
femando lópez sj
Navidad de 2006
jueves, 28 de marzo de 2013
LA PIEDRA ZNATA Y EL MUNDO MAGICO DE LOS GUANCHES
Prólogo: una piedra
polémica
Extraño libro el que tienes en tus manos. Tan
inusual como las circunstancias
que lo han hecho posible. Es un trabajo en el que se mezclan la alegría del descubrimiento con la zozobra
provocada por una campaña extraña y ajena.
La prensa bautizó a una pieza
arqueológica encontrada en Tenerife con el nombre de Piedra Zanata. Desde entonces así ha sido
denominada por todo el mundo, para bien o para mal.
Han pasado casi dos años desde
que en los periódicos canarios aparecían titulares
que iban desde expresiones como La
Piedra de Zanata,
el hallazgo arqueológico más importante de la historia de Canarias, hasta Pudo ser comprada a un comerciante en
150.000 pesetas. Denuncias de escándalo sobre la Piedra Zanata.
Asistentes al seminario de la "Menéndez
Pe/ayo" hablan de
falsificación. Sin embargo, al margen de estas noticias un grupo de personas seguía trabajando. Entre ellos me encontraba yo, aunque aislado totalmente, ya que
mi campo de trabajo no era el
arqueológico sino el de la filología. Aunque yo no era insensible a los juicios negativos de ciertos sectores, veía
compensada con creces esa dificultad.
Recluido en mi cuarto de trabajo observaba cómo, lo que al principio eran hipótesis, se iban transformando en
tesis, en certezas. Unos días antes de
la tremendista noticia citada, en la que se hablaba de fraude, tuve la
suerte de encontrar la misma inscripción en un tratado de magia morisca, plagado de elementos bereberes.
Esto alejaba la posibilidad de una
imitación en la piedra. En primer lugar, porque un talismán, que es en donde se encuentra la segunda
inscripción, ha de escribirse sobre
papel o tela, mientras que la
Piedra Zanata lo está sobre un soporte bien diferente, lo cual implica que se inscribió
en piedra porque se carecía de tela o
papel, como ocurre entre los prehispánicos de Canarias. En segundo lugar, porque el hipotético autor del
fraude tenía que haber conocido el
manuscrito de la segunda inscripción, que se encuentra en los fondos manuscritos del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas de Madrid. Dicho manuscrito fue
publicado en 1993, mientras que la Piedra Zanata se
descubrió un año antes. Considero extraño que ese imaginario falsificador se
dedicase a sumirse en los anaqueles de una biblioteca de manuscritos árabes
para copiar precisamente esos signos y no otros.
No obstante, la inscripción segunda conllevaba
nuevas dificultades: el manuscrito en donde
se encuentra está datado en el siglo XIV; por otro lado, el manuscrito es morisco. A primera
vista, la fecha parece excluir
la antigüedad de la piedra, que se fija en la época de la dominación romana en el Norte de África. En segundo
lugar, el carácter de morisco está anejo al de Islam, lo que excluiría la datación anterior,
dado que el Islam nace en el siglo Vil.
A la dificultad, puesta por mí
mismo, de la relativa modernidad del morisco,
he de decir que muchas de las obras de la antigüedad se han conocido a través de copias muy posteriores,
gracias a las cuales han podido ser
rescatadas del olvido.
El escollo referente al carácter musulmán del
manuscrito se solventa fácilmente, ya que
la magia que aparece, no solamente en esta obra sino en otras como el Picatríx o en El Libro de las
Cruces, es una herencia de la magia practicada en el norte de África, mucho
antes de que los musulmanes invadieran
la zona. Esta magia ha resistido las oleadas de nuevas y más racionales religiones, como son el Cristianismo o el Islam.
Todo lo que se reflejó en la
prensa desde aquel 15 de setiembre de 1992 en
torno a la piedra Zanata, demuestra que el pueblo canario ha participado activamente en el tema: desde sus
defensores más fieles hasta los más
implacables detractores han hecho de las líneas que siguen un libro vivo
y palpitante. Aunque una publicación de este tipo no acostumbra a tener en cuenta
la prensa diaria, en este caso ha sido imprescindible su consulta. Porque, a
las dudas que yo mismo me planteé he añadido
las objeciones de los otros, tal y como se reflejaban en los periódicos.
Este libro
es la reducción precipitada de una obra ambiciosa que cubriría todo el campo de
los guanchismos registrados hasta el momento. La palabra zanata era uno más. Dentro del
área de este vocablo se incluiría
el estudio de la piedra Zanata. Pero esto suponía una labor de años; me sentía obligado a publicar lo que
sigue en una edición de[…]